Rosa d’abril, guieu-nos cap al cel!

El capuchino, Fray Valentín Serra de Manresa, nos habla de la Virgen de Montserrat y del cenobio benedictino

Gracias a estudios históricos elaborados con rigor sabemos que en la montaña de Montserrat fue edificada una primitiva ermita prerrománica dedicada a Santa María, documentada por primera vez en el año 933, un culto mariano que fue potenciado por el abad Oliba de Ripoll que transformó dicha ermita en un cenobio benedictino.

Las referencias a los numerosos milagros atribuidos a la intercesión de la Virgen los encontramos consignados ya desde el siglo XIII. Estos hechos prodigiosos fueron explicados por peregrinos y trovadores y, después, fueron coleccionados y divulgados en obras estampadas como, por ejemplo, la edición, renovada y ampliada en 1875 en Manresa por el librero Luis Roca de la primitiva recopilación de milagros y prodigios estampado en Barcelona en el lejano 1605 con el título de Libro de los milagros hechos a invovación de Ntra. Sra. de Montserrat. Añádase en esta nueva impresión 71 milagros que se han señalado entre los infinitos que han sucedido desde la impresión de 1605 a la de ahora.

De los numerosos milagros atribuidos a la Virgen de Montserrat he escogido, justamente, este que hace referencia a los intentos fallidos del obispo al disponer el traslado de la Sagrada Imagen en la ciudad de Manresa cuando ésta fue encontrada “por unos pastores, que recogiendo al anochecer su ganado, repararon que bajaban del Cielo luces brillantes y paraban en cierto lugar de la montaña. Oyendo en aquel lugar celestial, música, avisaron a sus amos, y estos al cura del lugar, el cual enterado por si mismo de la verdad, dio parte al Obispo de Manresa. Este Prelado, bien acompañado, se fue a Monistrol, y observando desde aquí el milagro, lleno de admiración hizo reconocer el lugar; y hallando la sagrada Imagen cuando quisieron llevarla a la Catedral de Manresa, al pasar por el paraje donde [ahora] está el Monasterio, no pudieron moverla, y por este prodigio allí mismo se el edificó el suntuoso templo” (véase el Libro de los Milagros y el Compendio Historial, 8-12).

En la actual basílica la imagen de la Virgen no fue trasladada hasta el año 1599. Pero mucho tiempo antes, en el 1223 ya fue erigida la Cofradía de la Virgen de Montserrat. En el período contemporáneo, durante el Renacimiento de 1880 se celebró solemnemente la fiesta del milenio. En 1881 tuvo lugar la coronación canónica de la imagen cuando el papa León XIII la declaró patrona de Cataluña (desde 1578 lo es de la Provincia de frailes menores capuchinos de Cataluña). El grabado que acompaña esta nota histórica es uno de los más emblemáticos de la iconografía montserratina.

 

Fray Valentín Sierra de Manresa,

Artículo publicado en el calendariermita.cat

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