Rosa Chantal de María, madre provincial de las Hermanitas de los Pobres

[Horeb] «Nuestra vocación es más actual que nunca» La sociedad ha cambiado mucho en un siglo y medio, ¿qué necesidades tienen hoy en día los ancianos que acogen? Es verdad que la sociedad ha cambiado, las necesidades son las mismas, pero se observa que los ancianos sufren otras carencias, como la estimación de sus seres [...]

[Horeb] «Nuestra vocación es más actual que nunca»

La sociedad ha cambiado mucho en un siglo y medio, ¿qué necesidades tienen hoy en día los ancianos que acogen?

Es verdad que la sociedad ha cambiado, las necesidades son las mismas, pero se observa que los ancianos sufren otras carencias, como la estimación de sus seres queridos. Mientras son útiles, ofrecen muchos servicios a la vida familiar, pero cuando empiezan a tener dificultades en las actividades de la vida diaria se sienten rechazados. No se debe generalizar, pero en nuestra sociedad más que nunca las personas mayores necesitan calor y que se les reconozca la dignidad.

Esta celebración del 150 aniversario, ¿de qué debe ser motivo?

Motivo de acción de gracias, porque siempre hemos sentido la mano providente de Dios, lo que hace seguir reforzando nuestra confianza en su providencia. También puede ser una llamada para las jóvenes en una entrega generosa de don total al servicio de los pobres. Arraigadas en la fe que nos guía, seguir siendo testigos del Evangelio, como tantas hermanitas lo han sido a lo largo de estos 150 años de presencia.

¿Qué retos de futuro tienen?

Ante todo, debemos tener una actitud de esperanza. Nuestra vocación hacia los ancianos es más actual que nunca. El futuro es incierto… debemos reconocer que hay una necesidad de vocaciones religiosas para continuar nuestra misión, pero nos anima la confianza que siendo una obra de Dios, continuaremos pudiendo servir a los ancianos. Ya hemos pasado por épocas difíciles y conflictivas a lo largo de la vida de la congregación.

¿Qué diferencia las Hermanitas de los Pobres de otras congregaciones que también se dedican a las personas mayores?

Cada congregación ha recibido un carisma propio del Espíritu a través de su fundador. En nuestro caso el carisma propio es el cuidado del anciano pobre con recursos escasos. Todo ello realizado mediante el apostolado de la colecta, que permite crear una cadena de caridad con nuestros benefactores.

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