Romero murió por la Iglesia y por el pueblo
El próximo domingo 1 de marzo se celebrará una eucaristía de acción de gracias en la Basílica de los Santos Mártires Justo y Pastor con motivo de la próxima beatificación de Mons. Óscar Romero
El proceso de beatificación de Mons. Óscar Romero fue durante años parado y ha sido el Papa Francisco quien ha firmado el decreto donde calificó a Romero como mártir in odium fidei (en odio a la fe), por lo que será beatificado sin la necesidad de un milagro. En este contexto, la comunidad de Sant´ Egidio invita a la celebración de la eucaristía de acción de gracias que será presidida por Monseñor Vincenzo Paglia, Presidente del Consejo Pontificio por la Familia y postulador de la causa de Mons. Romero. El 1 de marzo con la eucaristía a las 11:30 en la Basílica de los Santos Mártires Justo y Pastor, será el inicio de los actos que se celebrarán en la diócesis por la dicha beatificación.
Beatificación esperada desde hace años
Monseñor Óscar Romero fue asesinado mientras presidía la eucaristía el 24 de marzo de 1980 de manos de los militares. Tras ser nombrado arzobispo de San Salvador, Mons. Óscar Romero, quien para muchos sería un arzobispo poco crítico con las injusticias del país, sufrió una conmoción muy fuerte con el asesinato de Rutilio Grande, párroco jesuita con enormes capacidades pastorales. Este asesinato fue el inicio de una defensa de los derechos de los pobres y de la Iglesia que incomodó al gobierno hasta el punto de conseguir su silencio asesinándolo mientras presidía una eucaristía donde hoy se conservan sus restos como lugar de peregrinación para muchos de los salvadoreños.
Muchos intentaron que Mons. Romero se fuera a vivir al Vaticano como medida de protección de su propia vida, incluso él mismo era consciente de la posibilidad de ser asesinado. Pero en su última visita al Papa Juan Pablo II le confesó: “Yo regreso, pero me matan, no sé si la izquierda o la derecha”.
