Regreso a la iglesia del Pi
El ‘Misterio de Campeny’ vuelve a la basílica del barrio gótico después de un siglo de ausencia de la procesión más popular de Semana Santa en Barcelona [El Periódico] El ‘paso’ es el nombre que reciben las imágenes religiosas que desfilan en las procesiones de Semana Santa. La palabra procede del latín: ‘passus’, que significa [...]

El ‘Misterio de Campeny’ vuelve a la basílica del barrio gótico después de un siglo de ausencia de la procesión más popular de Semana Santa en Barcelona
[El Periódico] El ‘paso’ es el nombre que reciben las imágenes religiosas que desfilan en las procesiones de Semana Santa. La palabra procede del latín: ‘passus’, que significa escena pero también sufrimiento. La singularidad es que el más antiguo de España se encuentra en Barcelona. Desde ayer, y después de 100 años de ausencia, la basílica de Santa María del Pi vuelve a albergar el paso del Santo Misterio: depósito del señor al sepulcro, escultura de 400 kilos con cinco figuras de grandes dimensiones que el Gremio de los ‘Tenders Revenedors’ encargó al artista Damià Campeny el 6 de agosto del 1816. Incluso se conserva el contrato.El Misterio, con las figuras neoclásicas de la Virgen, Magdalena, San Juan, Nicodemo y José de Arimatea en el momento en que se cierra el sepulcro de Jesucristo, fue restaurado el año pasado por el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), propietario de esta obra, que en 1936 el gremio depositó en manos de la Generalidad de Cataluña para resguardarla de la guerra. El museo lo acaba de ceder a la iglesia gótica y durante seis meses se exhibirá en la capilla de la Dormición, antes de trasladarse definitivamente a la sala de exposiciones de la basílica. De momento no está previsto que salga a la calle.
Jordi Sacasas, archivero conservador del museo y del tesoro de Santa María del Pi, rememora que la procesión que organizaba la Real e Ilustre Archicofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que velaba por los condenados a muerte, salía cada Jueves Santo desde del portal de la iglesia. «Llegó a ser la más importante de Barcelona. Participaban la nobleza, las instituciones y los gremios, que rivalizaban para lucir los pasos más bellos», señala Sacasas. Joan Amades ya habla de la espectacular obra de Campeny en su Costumari Català. Campeny acababa de estudiar escultura en Roma, donde trabajó junto a Antonio Canova, autor de Las tres gracias, que se encuentra en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.
La procesión de la iglesia del Pi se consagró como uno de los actos señalados del calendario festivo de la ciudad, hacia los siglos XVIII y XIX. «Empezaba a las cinco de la tarde y no se acababa antes de las once de la noche, y recorría las calles del Gótico y del Raval», explica Nuria Prat, que ha formado parte del equipo de restauradores que han reparado el paso en el laboratorio del MNAC.
Una obra desmontable
Prat afirma que el misterio salió por primera vez el Jueves Santo de 1817, y salió del edificio del gremio de los comerciantes, que estaba en la misma plaza del Pi. «Campeny lo hizo desmontable para que pudiera entrar y salir por el portal sin dificultad», explica Prat. La restauradora, al igual que Sacasas, está convencida de que la obra está inspirada en los pasos napolitanos. «En el MNAC conservamos incluso los dibujos preparatorios. Los mostramos en la exposición El museo explora. Obras de arte a examen», explica. Hay tanta información acumulada que Prat tiene conocimiento de las idas y venidas del Santo Misterio: depósito del señor al sepulcro para diferentes depósitos de Barcelona. «En 1940 el Ejército lo llevó al Museo de Arte e Industria del Pueblo Español. En 1975, el ayuntamiento lo compró al gremio de tenderos y en 1999 ingresó en el MNAC, que lo guardó en un almacén de Poble Sec».