Reencuentro después de la JMJ

Los jóvenes peregrinos de Cracovia ponen en común los recuerdos de la experiencia vivida y el mensaje del ponífex con la misión de actuar en Barcelona

El mes de julio la Delegación de Juventud partía hacia Cracovia para ser testigo de la Jornada Mundial de Jóvenes con el Papa Francisco. Un viaje con muchas expectativas que los enriqueció y los llenó de sensaciones, así como de alguna misión para poner en marcha una vez en casa. Tres meses después, los jóvenes peregrinos han citado para recordar aquellos días en Polonia, para reencontrarse con el calor que se llevaron y reflexionar sobre las enseñanzas que el pontífice les dio durante esos días.

«Paluskis», familias y caminatas

Después de hacer memoria a través de un video- resumen de la JMJ, en grupos fueron respondiendo a un cuestionario con preguntas tan diversas como, «cuál era mejor de las comidas que recibían durante la jornada» hasta lo que les llegó más del papa Francisco. Salieron todo tipo de temas en verso la JMJ que los transportaron a aquellos días. Miradas de añoranza, bromas en torno a algunas anécdotas, risas y emoción… todo de sensaciones que ponían en común recordando la peregrinación.

Entre risas recordaron los míticos «paluskis» del picnic que cada día les daban los voluntarios polacos con la bolsa de la comida, y otros, el refrigerio con sabor a dentífrico. Con más aspavientos les venía a la cabeza las grandes rutas a pie, desde la gran caminata por Bochnia, que terminó en Jasna Gora, hasta la del Campo de la Misericordia.

No faltó la nostalgia recordando la acogida de las familias polacas, el mejor ejemplo de misericordia durante la peregrinación, que dieron de comer y acompañarlos en todo lo que necesitaron.

¿Se ha levántate?

El mensaje del Papa Francisco fue también uno de los principales temas de conversación. Aquel «levántense del sofá» y «dejad huella» monopolizó la mayor parte de los grupos. Estas palabras del pontífice son ahora consigna de muchos de los peregrinos que expusieron su testimonio ante todos.

El arzobispo de Barcelona Mons. Juan José Omella, también peregrino de la JMJ, acudió al encuentro y escuchó los diferentes testigos que intervinieron. Algunos recordando la hermandad con las familias, otros el silencio de Auschwitz y unos la inesperada encuentro con Dios.

Seguidamente, durante la misa, el arzobispo insistió con la misión que les corresponde una vez en casa y con el mensaje que les encomendó el Papa Francisco. «Has oído a Dios en tu corazón, has tenido experiencia de Él durante la confesión, durante la Eucaristía … Tantos momentos que voy vivir y sentir la presencia del Señor, que allí os dijo,» y ahora, recorrer tu camino, vuelve allí de in has venido y da testimonio de este amor y este Jesucristo que has vivido «.

Omella activó, una vez más, las palabras del pontífice, pero con sus propias palabras, pidiéndoles no ser «comodones» y que se levanten, de una vez por todas, de la «poltrona» para ayudar a los demás.

De cara a cómo cumplir con la misión, la arquebisve recomendó a los jóvenes de apuntarse las actividades de la Delegación de Juventud organizadas por este curso 2016-2017 que ofrecen todo un abanico de posibilidades para continuar con este mensaje de la JMJ .

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