Reencuentro con los voluntarios de Campo Limpo
Los peregrinos españoles coincidieron con sus compañeros brasileños y les ofrecieron un lugar donde dormir la noche de la Vigilia Ya al ​​mediodía, en la playa de Copacabana no cabían más peregrinos. Más de tres millones de personas querían dormir en las inmediaciones, y por eso era habitual ver a jóvenes durmiendo en el suelo [...]

Los peregrinos españoles coincidieron con sus compañeros brasileños y les ofrecieron un lugar donde dormir la noche de la Vigilia
Ya al ​​mediodía, en la playa de Copacabana no cabían más peregrinos. Más de tres millones de personas querían dormir en las inmediaciones, y por eso era habitual ver a jóvenes durmiendo en el suelo de la acera que separaba la playa de la ciudad o, incluso, en las carreteras próximas que estaban cortadas al tráfico. Gracias a madrugar, los españoles, que salieron a las 8 h de la mañana, y llegaron a las 14 h en la playa de Copacabana, después de hacer una peregrinación de 9,5 km, consiguieron un buen lugar dentro de la misma playa. Otros, sin embargo, no tenían tanta suerte. Los voluntarios de la diócesis de Campo Limpo, unos 50 jóvenes junto con el padre Rodolfo, sólo lograron lugar para dormir en la carretera.
Acogida con mucho afecto
Por un encuentro inesperado con el Alisson, un joven de Campo Limpo, después de que pasara el Papa Francisco con el Papamóvil, los españoles invitaron a los brasileños a dormir con ellos. Cuando llegó todo el grupo, todo el mundo estaba muy contento, tanto los voluntarios de la parroquia Pío X como los peregrinos españoles, que no dudaron en hacerles un lugar. El padre Rodolfo repetía en numerosas ocasiones que «esto es un regalo de Dios que nos haya acogido vosotros».
Este domingo ambos grupos han cantado y bailado juntos, y han participado de la misa también juntos. En el momento en que les ha tocado irse, brasileños y españoles han prometido verse de nuevo.