Reconocimiento académico al Cardenal Sistach
El Ateneo San Paciano celebró una Miscelánea de homenaje titulada 'Apacienta mis ovejas' al que hasta ahora ha sido Arzobispo de Barcelona durante casi 12 años
«Gracias, Sr. Cardenal». Estas fueron las palabras más escuchadas y repetidas en la Miscelánea homenaje del que ha sido durante casi 12 años arzobispo de Barcelona. Un despido académico que llegó al corazón del Cardenal Sistach y le hizo recordar anécdotas de su pontificado. Amenizados con una interpretación musical, los seis ponentes que se sentaron en la mesa con el administrador apostólico fueron desgranando la trayectoria del Cardenal. En el acto estuvieron presentes casi todos los obispos de las diócesis con sede en Cataluña.
Seis ponentes, seis visiones de pontificado
El Dr. Aymar realizó una aproximación personal a la figura del Cardenal, mientras que el Dr. Planellas comentó el trasfondo de su lema episcopal, de donde surgió el nombre de la Miscelánea: Apacienta mis ovejas. Ya el Dr. Bueno hizo una aproximación biográfica del Cardenal Sistach partiendo de su experiencia personal. Y el Dr. Corts detalló los 47 artículos de la Miscelánea uno por uno, destacando los dos puntos fuertes del pontificado del Cardenal: los laicos y la doctrina social. Por su parte, el Dr. Armand Puig subrayó la importancia de la creación del Ateneo San Paciano para Barcelona. También el arzobispo de Tarragona quiso agradecer la labor pastoral y universitaria del Sr. Cardenal, que fue el último en hablar.
Un regalo de todos
Dirigiéndose a los presentes como amigos y amigas, el administrador apostólico agradeció este homenaje e hizo algunas confidencias. Ante todo confesó que no se esperaba una Miscelánea en homenaje suyo y, posteriormente, contó una historia que marcó su vida: «Cuando iba a la universidad, veía a muchos profesores -muy buenos- que no escribían nunca. Y yo pensaba: ‘Qué pena’. Yo no quería que me pasara esto a mí y, cuando volví de estudiar en Roma, decidí escribir mucho y muy a menudo». El Cardenal Sistach, arropado por la mayoría de obispos de la Tarraconense, recibió el libro de la Miscelánea de manos de sus homólogos y aseguró que este homenaje «me ha llegado al corazón».
