Recepción de Navidad en el Palacio Episcopal

El Cardenal Sistach se ha despedido de los trabajadores del Arzobispado de Barcelona y los ha animado a hacer el mismo trabajo con el nuevo pastor

Como cada año, la curia del Arzobispado de Barcelona ha celebrado su recepción de Navidad en el Palacio Episcopal. Después de rezar la hora tercia, los colaboradores más cercanos del Cardenal se han trasladado al Salón del Trono. Allí, el obispo auxiliar -en nombre de toda la curia- ha querido felicitar la Navidad al Sr. Cardenal remarcando que, en el contexto actual, estas fiestas «tienen un sentido más especial». Así que le ha deseado «de todo corazón» unas buenas fiestas de Navidad y ha incluido «nuestro sincero agradecimiento por todo lo que ha hecho»: un ministerio episcopal lleno de iniciativas. Pero aseguró que se continuará trabajando así en la nueva etapa del obispado.

Barcelona, ​​en el corazón

Después ha sido el turno del Cardenal Sistach, quien ha deseado felices fiestas y «que los Reyes sean muy generosos». En broma dijo: «Si de mí dependiera, le ofrecería muchos obsequios». El administrador apostólico ha hecho un repaso de este año: el discurso del Papa a la curia, el Sínodo ordinario de Obispos, la bendición de la sacristía de la Sagrada Familia, las dos audiencias privadas con el Papa -una el 26 de enero y otra el 24 de julio-, la creación del Ateneo San Paciano y el inicio del Año de la Misericordia. El Cardenal Sistach ha confesado que «yo siempre pienso en Barcelona, ​​en nuestra diócesis» y ha agradecido a todos los trabajadores el trabajo a su servicio: «Hagan lo mismo con el nuevo pastor», ha concluido.

La recepción de Navidad ha finalizado con la interpretación de tres piezas musicales -dos clásicas y una nadala- por parte del Coro de Cámara Francesc Valls.

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