Presentación del libro sobre la «Historia del Organismo Benéfico Antituberculoso de Barcelona», del Dr. Gerard Manresa Formosa

El sábado 25 de septiembre de 2010 se celebró en la Sala de la Mare de Déu de la Mercè, de la catedral de Barcelona, el acto de presentación del libro «Historia del Organismo Benéfico Antituberculoso de Barcelona», que lleva este título secundario: «La obra de un médico-sacerdote: el beato Pere Tarrés», y que es [...]

El sábado 25 de septiembre de 2010 se celebró en la Sala de la Mare de Déu de la Mercè, de la catedral de Barcelona, el acto de presentación del libro «Historia del Organismo Benéfico Antituberculoso de Barcelona», que lleva este título secundario: «La obra de un médico-sacerdote: el beato Pere Tarrés», y que es la obra que dejó escrita, antes de su muerte, el Dr. Gerard Manresa Formosa. El libro tiene 120 páginas e incluye también varias fotografías. Ha sido editado por el Archivo Diocesano de Barcelona.

Presidieron el acto de presentación el Dr. Josep M. Martí Bonet, que dijo que este es «un pequeño gran libro», porque es el testimonio de la caridad del beato Pere Tarrés y de la diócesis de Barcelona; el hijo del Dr. Manresa Formosa Sr. Gerard Manresa i Presas, con su esposa, Teresa Lamarca i Abelló, que explicaron los recuerdos entrañables que la familia conserva de la OBA y de la Clínica de la Merced y el trabajo de preparación para la edición sobre el manuscrito dejado por el Dr. Manresa Formosa; el Dr. Francesc Muñoz i Alarcón, que explicó una vivencia en relación a la Clínica de la Merced, donde su padre fue diagnosticado y estuvo internado en las últimas semanas de su vida, antes de volver a casa, donde murió; y Mn. Francesc Raventós, que hizo la presentación del libro. Asistieron un buen grupo de personas, de familiares del Dr. Manresa Formosa, entre los que estaba su nieto, Mn. Josep M. Manresa Lamarca, actualmente rector de Valldoreix, y personas vinculadas como colaboradores y voluntarios de la catedral.

«Una tarde del mes de enero de 1993 -dijo Mn. Raventós- me llamó el Dr. Gerard Manresa i Formosa pidiéndome si quería acercarme hasta su casa, ya que me tenía que hablar de un asunto que me gustaría. Me gustó mucho su atención y con mucho gusto quise complacerle y acepté lo que me pedía».

Mn. Raventós dijo que, yendo hacia la casa del Dr. Manresa Formosa, se preguntaba cuál podía ser el objeto de su encuentro, dado que el Dr. Manresa era el gran amigo del Dr. Pere Tarrés y era el médico que ayudó a plasmar el anhelo de aquel corazón tan inflamado de nuestro Beato que deseaba encontrar un medio para luchar contra la tuberculosis, entonces tan arraigada en nuestra sociedad. Al Secretariado de Beneficencia del Obispado acudían un número considerable de enfermos tuberculosos que buscaban ayuda, y él, como director de ese Secretariado, sentía la necesidad de ofrecer a los enfermos, sobre todo a los pobres, una ayuda positiva y seria. «Yo sabía -dijo también Mn. Raventós- que el Dr. Manresa había ayudado a plasmar en la realidad su deseo de crear un hogar donde los pacientes encontraran acogida y tratamiento de cara a una posible curación, y había sido el gran artífice».

«Llegado a su casa y habiéndome saludado -siguió diciendo Mn. Raventós- me entregó un manuscrito mecanografiado con una dedicatoria y me rogó que la leyese. Se trataba de un trabajo que había hecho sobre la Historia del Organismo Benéfico Antituberculoso de Barcelona, y quería regalármelo. Tengo que ser sincero y decir que me emocionó tanto la delicadeza que había tenido que hacerme este obsequio como el pensar que gracias a este trabajo que había hecho tendríamos escrita toda la historia y las vicisitudes por las que había pasado aquella obra de tanta generosidad cristiana que fue el Sanatorio Clínica de Nuestra Señora de la Merced».

«Leí en voz alta la dedicatoria:»Al querido Mn. Francesc Raventós, amigo permanente de Mn. Pere Tarrés i Claret, dedico estas páginas que exponen mi convivencia con el que esperamos ver convertido en santo. Estas palabras son testimonio de la bondad, la fe y la generosidad de un médico y un sacerdote extraordinario que tanto hemos amado! Que Dios bendiga su labor y su celo! Su afectuosísimo, Gerard Manresa Formosa».

«Pasados los años-continuó diciendo Mn. Raventós -, el hijo del Dr. Manresa me propuso publicar ese manuscrito, cosa que me pareció muy acertada y que era un deber que la comisión Pro Beatificación y Canonización del Dr. Tarrés tenía hacia el Beato y el Dr. Manresa para dar a conocer más y mejor la gran obra realizada con íntima colaboración con el Dr. Manresa: el Sanatorio y toda la Obra Benéfico-Asistencial».

Mn. Raventós terminó su parlamento con estas tres afirmaciones:

«1. Leer todas estas memorias del Dr. Manresa es adentrarse en una página de la vida generosa del Dr. Tarrés. Una gran amistad unió a estos dos médicos: Tarrés y Manresa. Ambos trabajaron abnegadamente en la realización de una gran obra caritativa: el Sanatorio de Nuestra Señora de la Merced. Tarrés era el animador y Manresa el ejecutor. Su amistad llegó al punto más alto en la última enfermedad del Dr. Tarrés, cuando fue internado, precisamente, en el Sanatorio. Leyendo las páginas en las que el Dr. Manresa habla del Dr. Tarrés uno se da cuenta de la grandeza de aquel médico sacerdote y el afecto profundo que los unía en una misma fe y en una misma estimación hacia los enfermos: dos gigantes de la caridad.

«2. Leer estas páginas es conocer otro capítulo de la acción caritativa de nuestra Iglesia de Barcelona, que silenciosamente pero constantemente trabaja para ayudar a los pobres y necesitados de nuestra tierra. Estas páginas quieren ser una breve historia de la OBA que merece ser conocida y merece, aún más, que se publiquen y se den a conocer: la creación de la Clínica de la Merced, la vida del centro a favor de los enfermos, especialmente de los más necesitados, y las muchas y provechosas realizaciones que la OBA ha hecho a lo largo de los sesenta años, desde la muerte del Dr. Tarrés.

«3. Con este libro podemos conocer el afán de hacer el bien y de trabajar con rigor y profesionalidad del autor de estas páginas, el Dr. Manresa. Y como digo en el prólogo del libro, el Dr. Manresa se merece un mayor reconocimiento y recuerdo por todo lo que hizo por la Iglesia, para Barcelona y para Cataluña a favor de los enfermos. ¡Cuántos de ellos podrían afirmarlo por el tratamiento que recibieron y por la salud que recobraron! «.

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