Preocupación por los menores y jóvenes extranjeros sin protección
[Càritas Barcelona] La Plataforma de entidades cristianas con los inmigrantes pide un mayor compromiso para proteger a los menores extranjeros no acompañados En una nota conjunta firmada por todas las entidades cristianas que forman parte de esta Plataforma, de la que Cáritas forma parte, se pone de manifiesto la preocupación por los menores y jóvenes [...]
[Càritas Barcelona]
La Plataforma de entidades cristianas con los inmigrantes pide un mayor compromiso para proteger a los menores extranjeros no acompañados
En una nota conjunta firmada por todas las entidades cristianas que forman parte de esta Plataforma, de la que Cáritas forma parte, se pone de manifiesto la preocupación por los menores y jóvenes extranjeros que viven aquí sin protección ni ningún tipo de acompañamiento. Y se hace un llamamiento urgente para que se abra un debate social y se avance hacia un mayor compromiso político y social para garantizar los derechos humanos de estas personas.
Las entidades firmantes coinciden al afirmar que la legislación enfoca de forma inadecuada este fenómeno y añaden: “Estas personas son menores antes que extranjeros, son niños que tienen que ser tratados sin ninguna discriminación por razón de nacionalidad”.
También se destaca que, a pesar del hecho de llegar a la mayoría de edad, continúan siendo vulnerables y sufriendo dificultades para integrarse socialmente, puesto que no disponen de referentes familiares ni de oportunidades formativas. Además, la Plataforma critica algunas prácticas administrativas y legales que enfocan la cuestión desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, generando estigmatización social, en lugar de priorizar la protección de estos menores y jóvenes de origen extranjero.
Esta realidad, poco conocida por la opinión pública, empezó en la década de los 90 con la llegada de jóvenes, sobre todo chicos, procedentes de países pobres. Según ha constatado la Plataforma, cuando estas personas no reciben una protección social adecuada, pueden verse arrastradas a circuitos de delincuencia o de exclusión social sin salida. Más recientemente, también han ido llegando chicas menores, a menudo enviadas por familiares o por redes criminales.