Poblet une la fuerza del laicado

500 feligreses de todas las diócesis de Cataluña y Baleares han participado en el Congreso Laïcat XXI, que se ha centrado en el papel de los laicos en la Iglesia

«Allí donde hay un laico cristiano es donde se lleva el Evangelio», dice el obispo Taltavull. Pues el Evangelio se llevó, este fin de semana, a Poblet, donde más de 500 laicos de toda Cataluña y las Islas Baleares participaron en el Congreso Laïcat XXI. En un ambiente de diálogo, los participantes han podido compartir experiencias, sentirse parte de la iglesia, aprender de las aportaciones de todos los asistentes… En definitiva, este congreso ha trabajado en tres ejes: ser cristianos en el mundo, ser laicos en la Iglesia y la espiritualidad laical.

Además de los actos centrales del encuentro -la vigilia de oración y la eucaristía- finalmente también ha habido talleres relacionados con los tres ejes. Cada uno contaba con 7 u 8 dinámicas diferentes en que se ha podido compartir, celebrar y vivir la alegría del Evangelio. «Este Congreso es una vivencia a fondo de lo que es la Iglesia», comentó Mons. Taltavull, que estuvo presente los dos días junto con otros obispos catalanes como Mons. Jaume Pujol, Mons. Francisco Pardo y Mons. Joan-Enric Vives. El Cardenal Sistach no ha podido asistir ya que había viajado a Roma para participar en el Sínodo ordinario de Obispos.

Laïcat XXI

Hace dos años y medio, un grupo de laicos decidieron formar una red para potenciar su papel en el mundo y en la Iglesia siguiendo las líneas del Concilio Vaticano II. Había que renovar la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y dar a conocer que no estaban solos porque Dios los acompaña. Aunque ya habían tenido algunos encuentros, ninguno como el de este fin de semana. Y es que ha sido todo un éxito. El encuentro comenzó, el viernes por la tarde, con una vigilia de oración donde la palabra ‘llamamiento’ se convirtió en la protagonista, junto con «la escucha y la respuesta».

Al día siguiente, una veintena de talleres ofrecían una reflexión sobre los retos pastorales de los laicos. Con los diferentes testigos que participaron, se dejó constancia del amplio abanico de tareas con las que se implican. En general, el ambiente fue dichoso, «oxigenado, muy alegre, muy cristiano», lo define el obispo auxiliar de Barcelona. El encuentro finalizó con una misa presidida por Mons. Pujol, arzobispo de Tarragona, y un manifiesto final, donde se comprometen a trabajar para ser más «sal de la tierra y luz del mundo».

Para los organizadores, fue un éxito rotundo y dejó entrever que hay una gran experiencia de posibilidades: «Hay cosas que hacer, nuestro mundo nos necesita pero queremos una iglesia más servidora de este mundo», considera Cori Casanova, núcleo promotor de Laïcat XXI.

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