Peregrinación y Vigilia con el Papa Francisco
Después de una caminata de 9,5 km, los peregrinos acamparon en la playa de Copacabana desde donde participaron en la adoración nocturna del Santísimo Los peregrinos españoles salieron de su residencia a las 7 h de la mañana para coger buen sitio en la playa de Copacabana, donde pasaron la noche. Al llegar a la [...]

Después de una caminata de 9,5 km, los peregrinos acamparon en la playa de Copacabana desde donde participaron en la adoración nocturna del Santísimo
Los peregrinos españoles salieron de su residencia a las 7 h de la mañana para coger buen sitio en la playa de Copacabana, donde pasaron la noche. Al llegar a la estación Central, punto de salida de la peregrinación hacia Copacabana, los jóvenes comenzaron a caminar con otros grupos de peregrinos de diferentes partes del mundo. Y es que, en total, debían hacer 9,5 km hasta llegar al fin del recorrido de la peregrinación.
Silencio y contemplación
Ya en Copacabana, y antes de que empezara la Vigilia, numerosos grupos musicales pasaron por el escenario. Posteriormente, una vez llegado el Papa Francisco, la ceremonia comenzó con cuatro testigos de fe muy emotivos.
En su sermón, el Papa mencionó el traslado del evento del Campus Fidei a Copacabana: «¿No estaría el Señor queriéndonos decir que el verdadero campo de la fe, el verdadero Campus Fidei, no es un lugar geográfico sino que somos nosotros?».
El Papa pidió a los jóvenes que «no seáis cristianos de medio tiempo, cristianos de fachada sino que debéis ser cristianos auténticos».
Estando en un país como Brasil, que ama el fútbol pasionalmente, el Pontífice hizo una referencia en este sentido: «¡Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo! Nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda y feliz» y así llamó a los jóvenes a ser «auténticos atletas de Cristo».
La ceremonia continuó con la adoración eucarística al Santísimo Sacramento, momento en que se hizo un silencio absoluto y sólo se oía la música que guiaba el acto. Así se cerraba el penúltimo acto central de la JMJ de Río.
3 millones de personas
En la playa de Copacabana, así como las carreteras próximas y en las aceras, durmieron más de tres millones de personas, que habían venido con su saco de dormir, según la alcaldía de la ciudad.