Papa Francisco: Algunos hablan de paz pero fomentan la guerra
El Santo Padre anunció que en la próxima encíclica que saldrá durante este mes hablará del consumismo y del relativismo

“Vivimos una tercera guerra mundial a pedazos”. Así de contundente se mostró el Pontífice durante el vuelo de regreso del viaje a Sarajevo del sábado. También reconoció que actualmente se respira “un clima de guerra” ya que hay personas que “quieren crearlo y fomentarlo mediante el enfrentamiento entre culturas y civilizaciones”.
La paz es posible
A pesar de esta situación bélica, el obispo de Roma reconoció que “el proyecto de Dios es la paz”, así que se mostró muy esperanzado. Después de saludar a los niños de diferentes etnias y religiones con los que se encontró durante su visita a Sarajevo, afirmo que “los niños son la esperanza por la que hay que apostar”, refiriéndose a las profundas heridas que dejó el conflicto de los años noventa en esas tierras. Este fue el principal motivo de su visita a lo que llamó “las periferias de Europa”, ya que son países pequeños “que han sufrido mucho” y son “parte integral de Europa”.
El peligro del consumismo
Durante el mismo viaje de vuelta, el Papa tuvo tiempo para matizar las palabras que dirigió a los jóvenes referentes a la televisión y a las nuevas tecnologías. “El lenguaje virtual es un progreso de la humanidad, pero cuando nos aleja de la familia, de la vida social, del deporte, del arte, se convierte en una enfermedad psicológica”. Con todo esto, alertó a los jóvenes “a no estar demasiado pegados al ordenador” ya que “daña al alma y quita libertad”. Acto seguido se refirió a los programas con contenidos vacíos y sin valores, “fomentados por el relativismo y el consumismo, verdaderos cánceres de la sociedad”.
Peregrino de esperanza
“Fui a Sarajevo para demostrar que la convivencia pacífica entre los pueblos y religiones es posible”. Con estas palabras pronunciadas durante el rezo del ángelus dominical el Papa Francisco quiso hacer referencia al viaje relámpago a Sarajevo del día anterior. “Sarajevo ha sido una ciudad-símbolo, por siglos ha sido un lugar de convivencia entre los pueblos y las religiones” pero también quiso recordar que en el pasado reciente “ha sido emblema de destrucción de la guerra”. Aclaró, además, que quiso hacer este viaje “para animar este camino de reconciliación, que ya se está produciendo, entre poblaciones diversas, un camino cansado, difícil, pero ¡posible!”