Palabras del Sr. Cardenal en la clausura de la exposición “Gaudí en Roma”

[TRILINGÜE: TRADUCCIÓN PENDIENTE] Palabras del Sr. Cardenal Arzobispo de Barcelona, Dr. Lluís Martínez Sistach, en el acto de clausura de la Exposición “Gaudí y la Sagrada Familia de Barcelona” Roma, 13 de enero de 2012 Hem arribat al moment de clausurar l’exposició que sobre Gaudí i la basílica de la Sagrada Família de Barcelona s’ha [...]

[TRILINGÜE: TRADUCCIÓN PENDIENTE]

Palabras del Sr. Cardenal Arzobispo de Barcelona,

Dr. Lluís Martínez Sistach, en el acto de clausura de

la Exposición “Gaudí y la Sagrada Familia de Barcelona”

Roma, 13 de enero de 2012

Hem arribat al moment de clausurar l’exposició que sobre Gaudí i la basílica de la Sagrada Família de Barcelona s’ha pogut veure al costat de la basílica de Sant Pere, al Braccio di Carlo Magno, que és com dir el centre de la catolicitat.

Il nostro sentimento prevalente, in questo momento, è la gratitudine al Santo Padre Benedetto XVI per aver avuto la cortesia di accettare l´invíto che  gli feci a presiedere la cerimonia di consecrazione del tempio e dell´altare della Sagrada Familia, opera singolare ed unica al mondo, alla quale benevolmente ha voluto dare il titulo di basilica minore per mezzo della bolla dal bellissimo e significativo titolo: Templum Dei et Christifidelium communitatis. E che fu firmata col sigillo dell`Anello del Pescatore e pubblicata nella città di Barcellona la domenica della dedicazione, nella data memorabi le del 7 novembre 2010.

Come ho avuto occassione di dire alla cerimoinia di apertura della mostra, questa iniziativa ha  voluto essere, da parte nostra, un atto di gratitudine al Santo Padre per la sua visita apostolica a Barcellona, in occassione della dedicazione della basilica di Gaudí.

Esta gratitud se extiende a todos los que nos honran con su presencia en este acto, en especial al Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de Su Santidad, que con su presencia presidiendo este acto expresa una vez más su interés y estima por Barcelona y Montserrat, y a quien tendremos el gusto de escuchar para concluir el acto, y a los demás señores cardenales, a los arzobispos y obispos y al Padre Abad de Montserrat, que honra la clausura de la exposición con el concierto que ofrece la Escolanía del Santuario. Una especial palabra de gratitud al Excelentísimo Sr. Ministro Andrea Riccardi, a la Molt Honorable Presidenta del Parlament de Catalunya, a la Excelentísima Sra. Embajadora de España ante la Santa Sede, a los dignatarios, al rector de esta bellísima Basílica de Santa María in Trastevere, a los sacerdotes y diáconos, a los religiosos y religiosas y a los fieles laicos que nos acompañan. Mi agradecimiento se dirige también a las personas y las instituciones que han hecho posible esta exposición, realizada bajo los auspicios del Pontificio Consejo para la Cultura, y que ha sido muy visitada: al Patronat de la Fundació Junta Constructora de la Sagrada Familia, al Patronat de la Fundació Joan Maragall y a Acción Cultural Española (AC/E), así como al Comisario de la exposición, Sr. Daniel Giralt Miracle.

Permítanme expresar también, con la gratitud, un sentimiento de nostalgia. Nos complacía mucho ver el nombre de nuestro genial arquitecto y su obra culminante, la Sagrada Familia, presente en la misma plaza de San Pedro, invitando a fieles católicos y peregrinos de todo el mundo a entrar en el Braccio di Carlo Magno y contemplar las creaciones de un artista genial y de un cristiano ejemplar, que esperamos que un día podamos ver elevado a los altares.

En la hora en que la exposición retorna a casa, para proseguir en un itinerario que deseamos sea largo, esperamos que esta iniciativa siga siendo un valioso instrumento al servicio de la “nueva evangelización” y de la transmisión de la fe, unos propósitos que marcan profundamente la conciencia de la Iglesia en estos momentos. Así lo evidencian hechos como las sesiones del llamado “Atrio de los Gentiles”, la constitución, en la Curia romana, del nuevo dicasterio, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, la convocatoria por el Santo Padre –para el próximo mes de octubre- del Sínodo de los Obispos para estudiar el tema de “la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana” y la reciente  propuesta a toda la Iglesia de la celebración del “Año de la Fe”, mediante la carta apostólica del Santo Padre Porta fidei.

Sin la fe y la espiritualidad cristianas la obra de Gaudí sería incomprensible, aunque se pueda admirar en alguno de sus aspectos particulares -como los relativos a la técnica constructiva y a las artes plásticas-, pero no la totalidad impregnada de la fe, de la que es una gran catequesis en piedra. Así lo dijo el primer biógrafo de Gaudí, el también arquitecto Josep Francesc Ràfols que terminó su biografía de Gaudí con estas palabras. “Gaudí, vist des de fora de la Fe, restarà sempre incomprensible. Serà potser un aspecte de la seva obra el que l’incrèdul amarà, però no la seva síntesi” (“Gaudí: 1852-1926”, Barcelona, 1951, pàg. 184).

Así nos lo expresó bellamente el Santo Padre en la homilía de la dedicación de la basílica, al hablarnos –en una síntesis que admiraron los estudiosos del gaudinismo- de los tres grandes libros que fueron la fuente de su inspiración y en los que Gaudí “se alimentaba como hombre, como creyente y como arquitecto: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia. Así unió la realidad del mundo y la historia de la salvación, tal como nos es narrada en la Biblia y actualizada en la Liturgia”.

Y el Santo Padre añadió un detalle constructivo y plástico que habla por sí mismo, al decir que Gaudí “introdujo piedras, árboles y vida humana dentro del templo para que toda la creación convergiera en la alabanza divina, pero al mismo tiempo sacó los retablos afuera, para poner ante los hombres el misterio de Dios”.

Gaudí fue maestro en mostrar nuevas posibilidades en la construcción y en la plástica y en construir un puente entre la belleza de las cosas y Dios como belleza. Así nos lo dijo el Santo Padre también en la homilía de aquella memorable ceremonia del domingo del 7 de noviembre de 2010, fecha en que cumplían exactamente  los 28 años de la visita de Juan Pablo II a Montserrat y a Barcelona, y concretamente al templo de la Sagrada Familia: “la belleza es la gran necesidad del hombre; es la raíz de la brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo”.

La archidiócesis metropolitana de Barcelona, en afectuosa comunión con el Santo Padre y con la Iglesia universal, en colaboración con las otras Iglesias particulares de Cataluña y del resto de España, desea revitalizar su compromiso evangelizador, que ha inspirado el reciente Plan Pastoral Diocesano para los años 2011-2015, al igual que el anterior. Y, en estrecha colaboración con el Pontificio Consejo para la Cultura preparamos para el próximo mes de mayo una sesión en Barcelona del “Atrio de los Gentiles”, en torno al testimonio de Gaudí y de su obra sobre la belleza como camino hacia la trascendencia. Y en colaboración con el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización vamos a celebrar, durante la ya próxima Cuaresma, la “Misión Metrópolis”, simultáneamente con otras once grandes urbes europeas. Tenemos la esperanza de que ambas realizaciones puedan ser nuestra aportación al próximo Sínodo de los Obispos y a la celebración del “Año de la Fe”.

Desitjo agrair moltíssim al Pare Abat de Montserrat que puguem gaudir d’aquest concert de l’Escolania de Montserrat. És un autèntic privilegi. A tots ens permetrà gaudir de la música, de la bellesa i de l’espiritualitat escoltant aquestes excel·lents interpretacions de la prestigiosa Escolania. Moltes gràcies a tots per la seva presència.

+ Lluís Martínez Sistach

Cardenal Arzobispo de Barcelona

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