Padrón, una ciudad para vivir el perdón
Ya sólo falta una última etapa del Camino, la que conecta Padrón con Santiago de Compostela, un tramo largo y con muchos cambios de nivel
El final está cerca. Ya sólo faltan 25 kilómetros para llegar al final del Camino de Santiago y eso se nota en los ánimos de los peregrinos, que están entusiasmados e ilusionados por finalizar las caminatas que les han puesto a prueba física y mentalmente durante los últimos cuatro días. En el tramo de Caldas de Reis-Padrón, los jóvenes han recorrido una distancia de 16 km en poco más de tres horas. Por la tarde, y con vistas de terminar el Camino aligerados de pecados, ha sido el turno del sacramento de la confesión.
Un paseo por la naturaleza
Levantarse a las 6 h, desayunar y rezar laudes es una rutina que ya han adquirido los peregrinos a lo largo de los días. Y caminar es su siguiente paso. Ponerse en marcha ya no les da pereza. Al contrario. Los jóvenes salen revitalizados de las escuelas o polideportivos desde donde parten y cogen con muchas ganas y energías los nuevos tramos de Camino.
La etapa de este jueves ha sido definida por muchos como un «paseo», en comparación a la del día anterior. Los 16 km por paisajes verdes y arroyos motivaban a seguir andando y las fuentes de agua protegían a más de uno de la calor. Justo al llegar, los peregrinos han comido en una carpa todos juntos.
Desprenderse de los pecados
Por la tarde, después de tres horas de reposo, se han dirigido a la Iglesia de Padrón para escuchar una catequesis-testimonio sobre el perdón y celebrar el sacramento de la confesión. Al finalizar, Mn. Bruno Bérchez, delegado de juventud, ha presidido la eucaristía en la misma parroquia.
Como acción simbólica, los jóvenes han tirado al río las piedras que habían cogido en Valença -lugar de salida de la peregrinación- y que simbolizaban los pecados de los que se querían desprender. Aligerados, ya pueden continuar hasta su último objetivo: Santiago de Compostela.
