Ordenaciones diaconales
Alfonso Caracuel y Ramon Ollé fueron ordenados diáconos de la Iglesia de Barcelona en una emotiva ceremonia en la Catedral La Iglesia de Barcelona ya cuenta con dos nuevos diáconos: el teniente coronel de intendencia, Mn. Alfonso Caracuel Ayerbe, y el delegado de medios de comunicación del Arzobispado de Barcelona, Mn. Ramon Ollé Ribalta. El [...]

Alfonso Caracuel y Ramon Ollé fueron ordenados diáconos de la Iglesia de Barcelona en una emotiva ceremonia en la Catedral
La Iglesia de Barcelona ya cuenta con dos nuevos diáconos: el teniente coronel de intendencia, Mn. Alfonso Caracuel Ayerbe, y el delegado de medios de comunicación del Arzobispado de Barcelona, Mn. Ramon Ollé Ribalta. El Cardenal Arzobispo de Barcelona, ​​Dr. Lluís Martínez Sistach, los ordenó diáconos este domingo, a las 19h, en la Catedral. A la ceremonia de ordenación asistieron 38 sacerdotes y unos 30 diáconos, además de los familiares y amigos de los ordenados.
Vocación diaconal y matrimonial, en armonía
Después de la liturgia de la palabra, los elegidos se acercaron al obispo para participar en la elección de los candidatos en la que el obispo preguntó si los elegidos son «dignos». En la homilía, previa al rito de ordenación, el Cardenal Sistach se refirió a la importancia del ministerio diaconal: «El Señor siempre llama a seguirlo con mayor fidelidad y generosidad. Nuestros hermanos Ramon y Alfonso fueron llamados por el Señor a la vocación matrimonial, como esposos y padres de familia. (…) El Señor les ha llamado para vivir la vocación matrimonial y la vocación diaconal con perfecta armonía, porque estas vocaciones son expresión de la presencia amorosa del Señor en sus vidas».
Promesas de los elegidos
Posteriormente, tuvieron lugar la promesa de los elegidos y la promesa de obediencia. En la promesa de los elegidos, los candidatos expresaron su compromiso ante el obispo y todo el pueblo fiel de ejercer el oficio de diácono. En la promesa de obediencia, los escogidos prometieron respeto y obediencia al obispo y a sus sucesores. Los candidatos se postraron en el suelo en señal de humildad y oración, invocando los santos y santas pidiendo para ellos la Gracia de Dios.
Rito de ordenación
Fue el momento central de la ordenación. El obispo hizo la imposición de las manos a los dos escogidos y, a continuación, se dijo la Plegaria de Ordenación. Gracias a estos dos gestos, ambos candidatos recibieron el don del Espíritu Santo para el oficio de diácono.
Una vez ordenados, se realizó la imposición de las vestiduras. Cuatro sacerdotes ayudaron a los nuevos diáconos a vestirse con la estola en forma diaconal y la dalmática, vestiduras propias de su oficio. El Cardenal Sistach, una vez revestidos, les entregó el libro del Evangelio para que lo proclamen en las celebraciones litúrgicas. Fue, en ese momento, cuando los otros diáconos presentes saludaron a los nuevos ordenados.
La ceremonia prosiguió con la consagración del pan y el vino. Una vez administrada la comunión, los nuevos diáconos dedicaron unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y el Cardenal Sistach saludó a los familiares más cercanos de Mn. Caracuel y Mn. Ollé.