Omella: «Hacéis bien de recordar y rogar por vuestros familiares y amigos difuntos»

El arzobispo preside, por primera vez, el multitudinario funeral en Santa Maria del Mar por los barceloneses traspasado los primeros seis meses del año

Media hora antes de empezar la celebración la basílica de Santa Maria del Mar, la catedral del pueblo, ya era llena. Ciertamente el pueblo, los barceloneses, habían tomado casa suya para rogar por sus familiares y amigos traspasados en los primeros seis meses del año, en el ya habitual funeral organizar por la empresa de Servicio Funerarios de Barcelona del Grupo Mémora, el pasado martes 29 de noviembre a las 19.30 h.

La plegaria nos une

El arzobispo Omella saludó afectuosamente a los presentes a quién dijo «feudo bien de rogar y recordar vuestros familiares y amigos difuntos. A ellos los hace bien vuestra plegaria pidiendo a Dios su amor y misericordia por los que estimáis y nos han dejado. Y ellos, del cielo estando, ruegan por vosotros. Es el que denominan la comunión de los santos. La plegaria nos une talmente como si los tuvierais a vuestro lado».

Rogar para responder la desazón del corazón

En un tono casi catequètic Omella recordó que «ante el hecho de la muerte de una persona estimada, todos nos hacemos preguntas, y todos tenemos a menudo, respuestas pendientes al fondo del corazón. Haréis bien de contestároslas, de escuchar en silencio de nuevo las lecturas que hemos escuchado en la Liturgia de la Palabra, de abrir algo más vuestro corazón a la respuesta que hoy nos da el Evangelio: «Yo soy la resurrección y la vida y que viva en mí vivirá por siempre jamás».

Morir es la puerta que nos dirige a la Vida

Y recordando palabras de Carlo Carretto, recordó «la resurrección ya se produce en este mundo. Cuando una nado, que vive cómodamente al si de su madre, nace ya muerto a la vida tranquila y segura que vive al vientre materno. Cruza la trae verso una nueva vida. De alguna manera la resurrección, como comienzo de una nueva vida, ya se produce en este mundo. Así también nosotros, al morir en este mundo, cruzamos una nueva puerta que nos abre la Vida por siempre jamás en Cristo y al ser felices contemplando Dios. Vuestros seres queridos son felices disfrutando del amor de Dios por siempre jamás».

Tenemos que felicitarnos para conservar nuestras raíces

«Estoy contento – añadió el arzobispo – de celebrar esta iniciativa con vosotros. Hoy que hay muchas ofertas de actas y reuniones, encontrarnos aquí para rogar cerca de 3.000 personas, nos habla también de nuestras raíces cristianas y profundamente humanas que conservamos en nuestra ciudad. Muchos se esfuerzan a decir que en Barcelona hay poca fe: vuestra presencia manifiesta las raíces profundamente cristianas de nuestra ciudad y de sus habitantes. Os felicito de todo corazón por vuestra presencia y os pido que conserváis esta iniciativa que dice mucho del que la gente sencilla y humilde, la gente del pueblo de verdad, dice y vive en el fondo de su corazón».

La luz como recuerdo y plegaria

Un momento muy íntimo de la celebración fue cuando durando toda plegaria de los fieles todos los presentes encendieron una vela simbolizando la plegaria y la esperanza por sus familiares y amigos difuntos con una actuación del grupo musical “Music and Sounds”.

Celebraron con el arzobispo, el Dr. Pié, rector de Santa Maria del Mar y un grupo de presbíteros y diaques que realizan su servicio pastoral en los tanatorios que al acabar la celebración fueron saludados dentro de la basílica y por las calles adyacentes por familiares y amigos de los finados que los recordaban con agradecimiento por haber sido a su lado y apoyar y consuelo en los momentos difíciles de la muerte de una familiar o amigo. El mes de marzo, ya será anunciado oportunamente, habrá otra ceremonia en recuerdo y memoria por los barceloneses difuntos del segundo semestre del 2016.

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