Nuevos acólitos y lectores

El jueves 13 de mayo de 2010, a las ocho de la tarde comenzó, en la capilla en la capilla del Seminario Conciliar, la celebración de la eucaristía, presidida por Mons. Agustí Cortés Soriano, obispo de Sant Feliu de Llobregat, en la que siete seminaristas de Barcelona y Sant Feliu, fueron instituidos lectores y acólitos, [...]

El jueves 13 de mayo de 2010, a las ocho de la tarde comenzó, en la capilla en la capilla del Seminario Conciliar, la celebración de la eucaristía, presidida por Mons. Agustí Cortés Soriano, obispo de Sant Feliu de Llobregat, en la que siete seminaristas de Barcelona y Sant Feliu, fueron instituidos lectores y acólitos, al servicio de la Iglesia.

El templo quedo lleno de familiares, amigos y compañeros seminaristas para acompañar a Josep Teixidó y a Eduard Puig, que fueron instituidos lectores; y a Felio Vilarrubies, Sandor Benarik, Francesc Camón, Pedro Rivero i Ramon Santos que recibieron el acolitado.

Concelebraron con el obispo Agustí muchos sacerdotes y diáconos, entre ellos, Mn. Josep Maria Turull, rector del Seminario y Delegado diocesano de Pastoral Vocacional de Barcelona, y Joan-Pere Pulido, Delegado diocesano de Pastoral Vocacional de Sant Feliu. No pudo estar presente el Sr. Cardenal Arzobispo de Barcelona, Mons. Lluís Martínez Sistach por encontrarse desplazado a Portugal en el viaje apostólico del Papa Benedicto XVI.

El Sr. Obispo, en su homilía, invito a los nuevos ministro de la Iglesia a ser fieles a la misión recibida:”no somos llamados a ser ministros de nosotros mismo, de nuestros pensamientos, de nuestras ideas, de nuestros gustos, sino a ser ministros fieles de Jesucristo y de su Iglesia” – dijo el obispo Agustín. Y los animó a “no caer en la trampa de separar apostolado y anuncio del evangelio, de la vida litúrgica y espiritual. Aceptar esta falsa dicotomía –dijo – seria tanto como afirmar que el mismo Jesús que curaba a los enfermos y caminaba por pueblos y ciudades haciendo el bien, es distinto del Jesús que se ofrece como sacrificio en el calvario”. “Nosotros – insistió el Sr. Obispo – como ministros ordenados, presbíteros y diáconos, estamos llamados a ser fieles en el anuncio de la Buena Nueva y a serlo también en la vida sacramental y litúrgica. Aquello que predicamos  celebramos no son nuestros gustos, nuestros sentimientos, sino aquello que vive, siente y celebra la Iglesia de Cristo”.

Acabada la celebración todos los presentes pudieron compartir y felicitar a los seminaristas que recibieron los ministerios laicales de lector y acolito en su camino hacia la ordenación sacerdotal.

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