NOTICIAS DEL PAPA. Silencio en San Pedro por Lampedusa

Apenas fue un minuto. Pero estremeció a todos cuantos estaban congregados ayer por la mañana en la plaza de San Pedro. Después del “¡Es una vergüenza!” que Francisco lanzó tras conocer la tragedia de Lampedusa y que dio la vuelta al mundo, quiso tener a las víctimas presentes también durante el rezo del Ángelus. “Recemos [...]

Apenas fue un minuto. Pero estremeció a todos cuantos estaban congregados ayer por la mañana en la plaza de San Pedro. Después del “¡Es una vergüenza!” que Francisco lanzó tras conocer la tragedia de Lampedusa y que dio la vuelta al mundo, quiso tener a las víctimas presentes también durante el rezo del Ángelus. “Recemos todos en silencio por estos hermanos y hermanas nuestros, mujeres, hombres y niños. Dejemos llorar a nuestro corazón, recemos en silencio”, explicó el Santo Padre, que también tuvo un recuerdo para la histórica visita que protagonizó el viernes en Asís. “Piensen que era la primera vez que iba y fue un gran don hacer esta peregrinación”, señaló, haciendo hincapié en la “cálida acogida” del pueblo. A partir de aquí, el Papa reflexionó sobre el “Auméntanos la fe” que los apóstoles exclamaron en el Evangelio de ayer y la parábola del grano de mostaza. Francisco concluyó su alocución destacando que octubre es el mes del Rosario: “¡El Rosario es una escuela de oración! ¡El Rosario es una escuela de fe!”. Fuente: La Razón

“¡Ser cristianos con la vida, con nuestro testimonio!”

El mes misionero, el compromiso de tantos misioneros por anunciar el Evangelio y el testimonio de vida de cada bautizado, fueron recordados ayer por el Santo Padre antes del Ángelus con los fieles reunidos en la plaza San Pedro. “En este mes de octubre, que está dedicado de modo particular a las misiones, pensemos en los tantos misioneros -explicó Francisco-, hombres y mujeres, que para llevar el Evangelio han superado obstáculos de todo tipo, han dado verdaderamente la vida; como dice San Pablo a Timoteo: “No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios” (2 Tm 1, 8). Pero el Papa quiso hacer extensible a todo el pueblo católico este mensaje, ya que es “en la propia vida de cada día, donde puede dar testimonio de Cristo, con la fuerza de Dios, la fuerza de la fe. Con la fe pequeñísima que nosotros tenemos, pero que es fuerte, con esa fuerza dar testimonio de Jesucristo, ser cristianos con la vida. ¡Con nuestro testimonio!”. Fuente: Fides

“Un cristianismo sin la cruz, nos convierte en cristianos de pastelería»

El papa Francisco lanzó un mensaje muy claro desde Asís, recordando que Jesús dice que no se puede servir a dos patrones, o se sirve a Dios o a la mundanidad: al dinero, a la vanidad y al orgullo. El Papa pronunció un discurso improvisado en el lugar donde San Francisco se despojó de sus vestidos, en la llamada «Sala del Expolio» del palacio del Obispado de Asís, donde se recuerda el revolucionario gesto del Santo, que se desnudó para quitarse todas las riquezas terrenales. «Esta es una buena ocasión para invitar a Iglesia a despojarse, todos somos Iglesia, y todos debemos hacer el camino de Jesús, que ha hecho, un camino de despojo», afirmó. «Si queremos ser cristianos no hay un único camino, si hacemos un cristianismo sin la cruz de Jesús nos convertiremos en cristianos de pastelería», concluyó Francisco. Fuente: Rtve

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