Mons. Taltavull inició las sesiones del Seminario de Estudios Laicales que este año versa sobre la misericordia en Sevilla
El obispo Sebastià fue el ponente principal del Seminario de Estudios Laicales especializado en la doctrina social y el jueves, 25 de febrero, impartió la conferencia “Misericordia quiero, no sacrificios”

El Seminario de Estudios Laicales que este curso lleva por título: La Iglesia llena de misericordia al servicio de los pobres, acoge la llamada del Papa Francisco a vivir de una manera nueva durante este año Jubilar de la Misericordia. El Seminario de Estudios Laicales ayudará a descubrir que nuestra vida cristiana nos impulsa a una cultura del encuentro, al diálogo con todos, a hablar también con los que no piensan como nosotros, tienen otra fe o son indiferentes. En este sentido el Papa Francisco nos da una clave esencial cuando afirma que “la Iglesia debe ser la casa de la misericordia, la casa del perdón, del servicio gratuito, de la ayuda y del amor…siempre dispuesta a confortar y perdonar”.
En esta primera sesión que trato sobre: La misericordia, viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia, contó con la intervención de mons. Sebastià Taltavull Anglada, Obispo Auxiliar de Barcelona, siendo coordinada porel Camino Neocatecumenal y los Equipos de Nuestra Señora, con la colaboración de Manos Unidas.
Después de la presentación del ponente por parte del Arzobispo de Sevilla, mons. Taltavull inicio su ponencia indicando que para creer, tenemos que querer creer, y habló de una misericordia que busca a los pecadores. Destacando la necesidad de tres actitudes en los cristianos: autenticidad, sinceridad y coherencia, que tenemos que vivir desde tres claves, el Evangelio, la eclesialidad y la misión. Con San Agustín se refirió a la necesidad de llenar el corarón del dolor de los miserables, que nos abre la capacidad de ver a Dios, que nos pide limpieza de corazón. Destacó tambien que Jesús va contra la hipocresia religiosa y la falta de religiosidad. Recordando la expresión del papa Francisco: No nos dejemos robar el Evangelio.
Mons. Taltavull pidió a los presentes no caer en la mundanidad espiritual que destruye las raices de nuestra fe, junto a la necesidad de ser humildes y sinceros. Subrayando que en la Iglesia algunos buscan la vanagloria y el poder. Como criterios para el ejercicio de la misericordia dejó algunos critérios: no juzgar, no condenar, buscar la oveja perdida, ser una Iglesia de puertas abiertas.
Su intervención salpicada de anecdotas y experiencias mantuvo el interés de los asistentes que participaron activamente en el debate posterior.
Como en ediciones anteriores durante el Seminario, en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia y del Magisterio más actual, en siete sesiones, se ofrecerán visiones complementarias sobre cuestiones clave, desde una sana y positiva laicidad, tomando la novedad cristiana como horizonte para un cambio de época.
Esta sexta edición del Seminario de Estudios Laicales “Miguel Mañara” se integrada en el Plan de Estudios del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Isidoro y San Leandro de Sevilla en colaboración con la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar tiene el objetivo y el interés de aportar argumentos en estos momentos en los que la Iglesia necesita que los cristianos asumamos nuevos compromisos personales y sociales. Vivimos un momento histórico y social donde la novedad cristiana se muestra como un horizonte de esperanza para todos, que nos ha de impulsar a vivir la alegría del Evangelio en medio de un mundo complejo, en un cambio de época.
El Arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo Pelegrina presidió la sesión y dedicó sus primeras palabras a agradecer el trabajo de todos los movimientos y asociaciones laicales de Sevilla para fortalecer la comunión y ofrecer coordinados por la Delegación de Apostolado Seglar espacios para la reflexión y el diálogo. Junto al ponente y al Arzobispo estaban en la mesa el Delegado de Apostolado Seglar, Enrique Belloso, la responsable de la sección de vida pública de la Delegación de Apostolado Seglar, Carmen Azaustre, el responsable de los Equipos de Nuestra Señora, Miguel Ángel López y el responsable diocesano del Camino Neocatecumenal, Miguel Rodríguez que modero el debate posterior.