Mons. Santiago Agrelo: «Dios nos reclama el lugar que le corresponde»
Religiosos y religiosas de Cataluña celebran la Fiesta Mayor de la Vida Consagrada con el arzobispo de Tánger que analiza rol que la realidad les pide

Alrededor de quinientos religiosos y religiosas de Cataluña se concentraron en la Salle Bonanova para celebrar la fiesta mayor de la Vida Consagrada. Un encuentro que sirvió para analizar la realidad que rodea hoy en día todos sus miembros. El invitado de honor, el arzobispo de Tánger Mons. Santiago Agrelo que asistió expresamente para la ocasión, presidió la Eucaristía inicial y se hizo cargo de la ponencia central titulada «Abriendo Caminos en el futuro».
«Ver la Gloria de Dios en lo pequeño»
El arzobispo de Tánger, dedicó su intervención a profundizar en el momento en que se encuentra la vida religiosa en Europa. Insistió en no había que «perder energías» tratando de «mantener el viejo» y expuso que si «se hubiera obtenido el aumento de vocaciones que se quería habría sido una desgracia», ya que habrían ido hacia el mismo camino.
Según Agrelo, esta situación sólo indica que es Dios que «reclama el lugar que le corresponde» y que por tanto los religiosos deben posicionarse en el lugar donde les corresponde. Un lugar donde la misión reside en ese mismo espíritu de «no poder abastecerlo todo», en «ver la Gloria de Dios en lo pequeño», que es lo que Él les confía. Para llevar a cabo el designio de Dios en esta misión que les toca a los religiosos hay que encaminarse hacia los pobres, tal como se explica en el Evangelio, ya que tal como añade «hemos recibido la buena noticia para los pobres».
«Profetas de Dios»
El Cardenal Lluís Martínez Sistach fue el encargado de abrir el acto, en un discurso en que agradeció a los religiosos y religiosas por todo el «trabajo y el seguimiento radical de Jesucristo». «Sois como flores de diferentes colores y aromas en el jardín de la Iglesia, porque es un estilo de vida de la vida cristiana y sueldo como unos profetas que invite a hacer camino con Jesucristo» dijo.
Durante su intervención, el Cardenal de Barcelona destacó las palabras del Papa Francisco en relación al Año de la Vida Consagrada, y que como éste dijo «hay que mirar el pasado con gratitud, mirar el presente con pasión y el futuro con esperanza». «No con el número del que somos o no somos, o las obras más o menos eficaces que hacemos, sino poniendo la esperanza en Jesucristo», actuando como «testigos de la alegría».
«La autenticidad de la pequeñez»
El Padre Máxim Muñoz, presidente de la Unión de Religiosos y religiosas de Cataluña (URC) dedicó unas palabras a los asistentes, encaradas a los cambios que están viviendo todas las comunidades y congregaciones en Europa, y lo que ello supone. Éste destacó la disminución numérica de las vocaciones que parece ir en aumento, pero que a la vez, «la vivencia profunda de alegría y confianza en medio de las dificultades» permitirá «tener la mirada lúcida y evangélica que pide el momento en el que se vive».Según dijo «estamos experimentando una reducción numérica espectacular. Esto lo podemos vivir sólo como una pérdida o con la nostalgia de otros tiempos mejores, o lo podemos asumir como la oportunidad de poner toda nuestra confianza en Dios, que nos quiere abrir una nueva realidad y hay que colaborar con él para realizarla».
El presidente de la URC animó a todos a no desfallecer por los cambios ya continuar actuando según el rol que les corresponde, «puede ser más sencillo pero bien evangélico más basado en la autenticidad de vida de pocas personas que en la eficacia del servicio activo en grandes colectivos». Tal como dijo, «es el gran misterio que se esconde en la autenticidad de la pequeñez».
Testimonios de vida consagrada
El acto contó también la aportación de 7 testigos de diferentes congregaciones y comunidades. Cada uno de ellos puso el ejemplo de uno de los aspectos fundamentales que rodean la Vida Consagrada: la alegría, la esperanza, la misión, la fraternidad, la oración, la periferia y el profetismo. Estos fueron marista Manuel Castillo, la dominica de la Anunciata Rosa M. Picas, la majano Laura Riudavets, el franciscano Josep M. Massana, la carmelita descalza M. del Carmen Montcerdà, la Teresiana Viqui Molins, y el claretiano Juan Soler.
También, entre acto i acto, se intercaló la puesta en escena de diversas piezas de música clásica interpretadas por Laia Campos Farrés y el tenor Juan Martínez Colás. Además, se visionó un vídeo sobre la Vida Consagrada en Cataluña, desde sus origiens hasta su presencia en diferentes marcos de la actualidad.