Mons. Omella: «Tenemos que sumar y no restar»

La delegación de Apostolado Seglar celebra la fiesta de la entidad con motivo de Pentecostés con el arzobispo Omella y profundiza en el papel del laico en la actualidad

Con motivo de Pentecostés se ha celebrado la fiesta de Apostolado Seglar y con esta el tercer encuentro del año. Además de profundizar en la misericordia como se ha hecho durante el curso, se dialogó con el arzobispo quien asistió para conocer en la sede de la delegación y los miembros de las diferentes entidades que la forman, y para hablar del papel del laico en la actualidad.

La fe, hoy

Antes, para introducir la temática, Josep Maria Carbonell, decano de la Facultad de Comunicación Blanquerna, dio una conferencia sobre el relato de fe en la actualidad. Empezando por un análisis de la Europa secularizada y los retos que plantea la modernidad. Este marcó el Concilio Vaticano II como un punto de cambio, y destacó el lenguaje de las bienaventuranzas como el proyecto común de los laicos. Según Carbonell «son las 9 bienaventuranzas las que deben trazar el relato que posicione la Iglesia en el centro de todo».

Trazó cinco claves para llevar a la práctica este relato: la bondad, la comunidad, el compromiso y el compromiso sin retribución y espiritualidad. Herramientas básicas para todos los laicos del siglo XXI.

Nueva actitud

A continuación,  Omella intervino compartiendo su punto de vista respecto a la situación actual. Pidió una «actitud nueva», sin lamentaciones, basada en el compromiso social fundamentado en una fe con Dios muy arraigada, sin miedo ni vergüenza. De este modo, según dijo, cada uno debe dar testimonio alegres porque «tenemos que saber que tenemos a Dios, el mejor tesoro, que nos da la gran alegría», la cual debemos mostrar porque cuando lo hacemos los demás venden».

Diálogo

El arzobispo pidió acción en comunidad, «unidos», y «en vez de restar, sumar y vivir en fraternidad». En esta línea, citó el discurso que ha pronunciado recientemente el papa Francisco en la entrega por el premio Carlomagno, en el que describía su sueño para una Europa en comunión. Uno de los reclamos del Papa en este discurso era la llamada por el diálogo dentro del continente, que Omella destacó y pidió a todos los asistentes leyendo el discurso.

«Si hay una palabra que debemos repetir hasta cansarnos es ésta: diálogo. Estamos invitados a promover una cultura del diálogo, tratando por todos los medios de crear instancias para que esto sea posible y nos permita reconstruir el tejido social. La cultura del diálogo implica un auténtico aprendizaje, una ascesis que nos permita reconocer al otro como un interlocutor válido, que nos permita mirar al extranjero, el emigrante, al que pertenece a otra cultura como sujeto digno de ser escuchado, considerado y apreciado «. […] Hoy es urgente crear «coaliciones», no sólo militares o económicas, sino culturales, educativas, filosóficas, religiosas.

Insistió a ser más «incisivos y proactivos», Un trabajo que corresponde a todos los laicos y religiosos para no quedar y hacer vía por este sueño que descrivio el papa Francisco en Europa.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Te interesará ...