Mons. Omella: «Hospitalarios, sed testigos de la luz de Cristo»
La Hospitalidad de Lourdes se reúne para celebrar el día de su patrona, destacando la caridad de Bernardet y la valentía de Santa Eulalia que festejaba también la fiesta patronal
El espíritu hospitalario iluminó un año más el claustro de la catedral de Barcelona con motivo del día de la patrona de los enfermos, la Virgen de Lourdes. Peregrinos y hospitalarios fueron testigos de esta luz, signo de la «presencia de Cristo en el mundo» y, como recordó el arzobispo Omella «una llama de amor presente en la acción de caridad de los hospitalarios».
Caridad y valentía
El arzobispo Mons. Juan José Omella presidió la misa solemne con la virgen de Lourdes sobre el altar, adornado de flores, con motivo de la celebración, también reciente, de la patrona de la ciudad Santa Eulalia. Precisamente, Omella destacó en la homilía tanto la valentía de la patrona de Barcelona como la caridad que Lourdes pidió a Bernardeth para los más necesitados. Dos grandes armas de fortaleza de los hospitalarios. Por un lado, la valentía de Santa Eulalia como ejemplo de valor ante las adversidades que los enfermos sufren, y por otro lado, la caridad de Santa Bernardet, el testimonio claro que ejercen los hospitalarios ante el sufrimiento del otro.
«Hay mil maneras de vivir la caridad- dijo Omella-. Ayudando a los pobres, rezando por los pecadores, ofreciendo la vida por los demás y la salvación del món. Bernardet encuentra la fuerza en la virgen y se convierte así en apóstol de Caridad», añadió.
Omella destacó la luz de las antorchas, recordando la vela encendida y bendita que Bernardet llevó a la Gruta. Una vela que como dijo el arzobispo, «recuerda la luz de Cristo, que es la luz del mundo y nosotros también debemos ser testigos de la luz de Cristo».
Con la caridad de una y la valentía del otro Omella rogó por los enfermos que con los familiares se dirigieron en la tradicional procesión hacia el claustro siendo testigos de la presencia de Dios.
