Mons. Omella: «Dios no odia nada de lo que ha creado»

El arzobispo de Barcelona visita, junto con el obispo auxiliar, las instalaciones de la Obra benéfico-social Nen Déu y preside una misa para trabajadores, voluntarios y patronato

Mn. Arenas, presidente ejecutivo de la Obra benéfico-social del Niño Dios, invitó a entrar «en su casa» a Mons. Omella apenas recién llegado. Con gran alegría, el arzobispo de Barcelona pasó al interior del recinto y comenzó a saludar a todos los trabajadores, voluntarios, patronato y hermanas que colaboran en esta entidad con más de 125 años de rodaje. Reunidos en comunión, el arzobispo Omella presidió la eucaristía, que concelebró Mons. Sebastià Taltavull. Al finalizar la celebración, todos los participantes bajaron al comedor donde se servía un pequeño refrigerio.

Felicitaciones y agradecimientos

En su homilía, el arzobispo de Barcelona contó una fábula: en la selva había una fiesta pero faltaba un tambor -el instrumento necesario para comenzarla. Entre todos los animales decidieron que se cortarían un trocito de oreja para poder hacer el revestimiento para un tambor. Así fueron pasando uno por uno y cada uno aportaba una parte proporcional. Al terminar quedaba un trocito muy pequeño para que el tambor pudiera funcionar. La ratita faltaba para poner su granito de arena así que se ofreció voluntaria. Aunque era la más pequeña, sólo con su ayuda pudieron terminar el tambor y comenzar la fiesta. La moraleja que quiso transmitir es que se necesita el trabajo de todos para poder sacar adelante la obra del Nen Déu.

Aunque admitió que sólo conoció la existencia de la fundación gracias a Benedicto XVI, Mons. Omella destacó que todos somos amados por Dios: «Dios no odia nada de lo que ha creado. Dios lo ama todo». Así animó a todos los presentes a continuar su tarea porque «aquí seguramente recibáis más de lo que dáis».

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