Mons. Omella celebra su onomástica con la curia
El arzobispo de Barcelona ha querido agradecer a todos los trabajadores del Arzobispado su trabajo en este curso tan intenso

Tres días más tarde de la festividad de San Juan, Mons. Juan José Omella ha celebrado la fiesta de su onomástica con todos los trabajadores de la curia del Arzobispado de Barcelona. En la primera recepción de Omella en el Palacio Episcopal, también le han acompañado el cardenal de Barcelona, ​​Mons. Martínez Sistach, y el obispo auxiliar, Mons. Taltavull, junto con todos los vicarios episcopales.
La celebración ha comenzado con la oración de la hora sexta en la capilla del Palacio Episcopal. Posteriormente, todos los participantes se han trasladado al Salón Noble, donde han tenido lugar los parlamentos. Mons. Taltavull ha iniciado su discurso haciendo una felicitación doble: por un lado, al cardenal Sistach, que celebra su onomástica el día de San Luis Gonzaga; y, por otro, al arzobispo Omella que, además de celebrar San Juan, este lunes cumple seis meses y un día al frente de la archidiócesis. Tras recordar las primeras palabras de Omella como arzobispo de Barcelona, ​​el obispo auxiliar ha destacado que la curia «es la cara externa de una iglesia que debe testimoniar la misericordia de Dios en esta sociedad».
Acogida, discernimiento e integración
Una vez finalizada la felicitación de Mons. Taltavull, ha sido el turno del arzobispo Omella. Con un discurso breve, Mons. Omella ha agradecido a todos los que trabajan en la curia –«trabajáis mucho y, encima, muy bien»– su tarea diaria. Además, ha bromeado que el tren en el que se subió en diciembre es un tren de alta velocidad.
En cuanto al patrón de su onomástica, ha comentado que san Juan era muy humilde y ha instado a todos los presentes a seguir sus pasos: «Tenemos que hacerlo nuestro».
Con su parlamento, el arzobispo ha querido dar tres puntos clave a todos los trabajadores, por los que ha pasado él mismo en todo este tiempo: la acogida, el discernimiento y la integración en la comunidad. Gracias a la integración, «hay unidad, fraternidad» en el trabajo. Un trabajo que ha terminado agradeciendo de nuevo: «Gracias por el trabajo de este curso que ha sido muy intenso».
La celebración de su onomástica ha finalizado con un pequeño refrigerio en el que todos los trabajadores de la curia han podido felicitar y hablar de forma distendida con el arzobispo de Barcelona.