Mn. Bérchez: «Por quaresma debe quemarse en ti lo que no te deja avanzar hacia la fe»
El Delegado Diocesano de Juventud ha hablado sobre los orígenes y el significado de un día especial para la Iglesia Católica como es el miércoles de ceniza

El Delegado Diocesano de Juventud, Mn. Bruno Bérchez, ha hablado sobre un día especial para la Iglesia Católica como es el miércoles de ceniza. Desde el claustro del Seminario Conciliar de Barcelona, Mn Berchez profundiza en este día que inicia la cuaresma.
Después de la homilía se bendice la ceniza y se impone en la cabeza en forma de cruz a todos los feligreses acompañada de una frase: del polvo vienes y del polvo volverás. «Es un día de ayuno y abstinencia. Toda la Iglesia comienza estos 40 días que son una preparación para la Pascua, la muerte y la resurrección de Jesús «, ha apuntado Mn. Bruno.
Orígenes
«Se trata de una celebración muy antigua, proveniente de la época de los romanos. Convertirse significaba un cambio de vida radical. A veces había bautizados que volvían a caer en pecados. Estos cristianos, que venían de la orden de los penitentes, debían hacer penitencia para demostrar que querían convertirse «, ha relatado Mn. Bruno.
Así pues, cuando comenzaba esta penitencia, toda la comunidad oraba por ellos y se les imponía la ceniza en la cabeza, queriendo demostrar que se convertían de verdad. Era un gesto exterior que demostraba una conversión interior.
Significado de la ceniza
«Cuaresma es un camino en el que se ha de quemar un algo en ti, todo lo que no es importante, lo que realmente no te deja avanzar hacia la fe, hacia Jesús, que no te deja crecer», ha remarcado Mn. Bérchez.
La ceniza bíblicamente tiene un sentido muy importante. Cuando uno quería orar a Dios para que le hiciera caso se ponía ceniza en la cabeza, se vestía con ropa de saco, y esta era la forma de orar a Dios. «Me pongo ceniza para decir que quiero que este tiempo sea para tomarnos en serio la vida», ha agregado el Delegado Diocesano de Juventud.
«Cuando uno dice: «bueno, eso son cosas simbólicas», yo siempre contesto, la vida son símbolos. A veces, no necesitamos inventarnos símbolos, si Dios te da, aprovéchalos «, ha concluido Mn. Bérchez.