Manifiesto del Secretariado de Marginación ante el fenómeno de la prostitución
El Secretariado de Marginación del Arzobispado de Barcelona, ha dedicado parte de sus sesiones de estudios a examinar el fenómeno de la prostitución en la calle. Fue el mes de septiembre cuando algunos periódicos publicaron algunas fotografías donde se visualizaba el comercio sexual en algunos lugares de nuestra ciudad, y, a continuación, se hacían una [...]
El Secretariado de Marginación del Arzobispado de Barcelona, ha dedicado parte de sus sesiones de estudios a examinar el fenómeno de la prostitución en la calle.
Fue el mes de septiembre cuando algunos periódicos publicaron algunas fotografías donde se visualizaba el comercio sexual en algunos lugares de nuestra ciudad, y, a continuación, se hacían una serie de consideraciones sobre este fenómeno. Consideraciones donde primaba más el sensacionalismo, y los problemas de orden público que comportaba este hecho, i se obviava toda la problemática social que sufren muchas de las personas que se ven abocadas a ejercer la prostitución en las calles o en las carreteras de forma muy precaria.
En nuestras reuniones, hemos escuchado el testimonio de asociaciones y personas que llevan años trabajando para ayudar y encontrar alternativas a las personas que ejercen la prostitución en la calle.
Hemos profundizado, con la ayuda de expertos, en cuáles son las causas que llevan a hombres y a mujeres, generalmente extranjeros, a la prostitución, y también hemos pedido la colaboración de biblistas, para que nos ayudaran, a la luz de la Palabra de Dios, a hacer un discernimiento sobre este fenómeno.
Al finalizar el curso hemos creído conveniente hacer públicas algunas de las conclusiones a las que hemos llegado. Somos conscientes de que el problema es muy complejo, que tiene ramificaciones que a nosotros se nos escapan, nuestra pretensión no es más que apuntar algunas pistas, que puedan ayudar a los creyentes, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a tener algunos elementos de juicio que se echan de menos en los medios de comunicación.
Algunas realidades
- Como ya se ha denunciado muchas veces, hay personas que se dedican a la prostitución, porque hay otras personas que están dispuestas a pagar por sus servicios.
- Las causas que llevan a ejercer la prostitución en la calle, tienen un denominador común, la pobreza. La mayoría de las personas que se dedican provienen de países muy pobres y vienen al primer mundo, para encontrar algunos medios de vida que les permitan vivir con un poco más de dignidad, ellas y la familia que a menudo han dejado en su país de origen.
- Muchas de estas personas han venido engañadas a nuestro país, se les había prometido otros tipos de trabajo. Han contraído una deuda muy grande que tienen que pagar. Son explotadas por mafias. En algunos casos temen por la seguridad de los parientes que han dejado en el país de origen, y también se las atemoriza con maldiciones rituales, como puede ser el «vudú» u otros.
- La mayoría son personas que ejercen la prostitución como única posibilidad de salir adelante en la vida. Ya que muchas de ellas desconocen el idioma, no tienen estudios y, lo más grave, no tienen su estancia en el país regularizada, viviendo de forma ilegal.
- A pesar de las muchas declaraciones institucionales, son muy pocos los recursos que las instituciones dedican para que estas personas encuentren alternativas válidas al trabajo que ejercen.
- Los medios de comunicación, especialmente algunas televisiones, han encontrado en la prostitución un filón para ganar audiencia. Cada vez hay más programas que hablan de este fenómeno, poniendo siempre el acento en la morbosidad, mostrando mujeres con poca ropa, donde lo que se busca no es la denuncia, sino estimular el «voyeurismo».
- Hay que denunciar la mayoría de diarios de ámbito estatal, que, si bien dedican páginas a denunciar la prostitución que se ejerce en la calle, no tienen ningún tipo de escrúpulo en tener como una fuente de financiación anuncios de «relax» » masajes «, etc.
- El fenómeno de la prostitución es un fenómeno muy complejo, del que somos conscientes de que no tiene una solución fácil, que necesita la colaboración de las instituciones públicas, de las entidades sin ánimo de lucro que se dedican a ayudar y acompañar a las personas que están involucradas. De lo que estamos convencidos, es que el problema no se soluciona sólo con medidas policiales. La prostitución es un hecho que afecta a personas, es una cuestión social. No se puede tratar sólo como un problema de seguridad en la calle
A la luz de la Palabra de Dios
- Todos los hombres y mujeres tienen la misma dignidad. Para los creyentes todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. No se puede tratar a nadie como una simple mercancía. Las personas que se dedican a la prostitución, tienen un nombre, Dios las conoce por su nombre.
- Para los creyentes no hay nadie que sea prostituto/a, en todo caso hay personas que trabajan en la prostitución durante algunas o muchas horas del día, pero el resto de la jornada son padres, madres, vecinos o vecinas como todo el mundo.
- A los cristianos deben hacernos pensar las palabras de Jesús, cuando dice: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteisni le creísteis. « (Mt 21, 31-32)
Denunciamos
- El tratamiento sensacionalista del fenómeno de la prostitución, y la poca atención que merece el gran problema personal de muchas de las personas que la ejercen.
- La hipocresía de todos, en afrontar este fenómeno. Según dicen los expertos, el negocio del sexo es uno de los sectores que genera más ganancias económicas.
- Los pocos recursos que las instituciones dedican para encontrar salidas válidas para las personas que se ven abocadas a vivir vendiendo su cuerpo.
- Que las instituciones pongan el acento en problemas de orden público, y de seguridad vial, (que no los negamos) y no en la problemática personal y social de este fenómeno.
Pedimos
- Que se dediquen, por parte de las instituciones, más recursos humanos, sociales y económicos para ofrecer alternativas válidas y realistas para las personas que quieran dejar la prostitución.
- Es necesario que las instituciones encuentren salidas, como puede ser pisos de acogida, para las mujeres mayores que han ejercido la prostitución, que a menudo se encuentran solas y desamparadas.
- Que se persiga a las mafias, y a todas las personas que se lucran explotando a estas mujeres.
- A los creyentes y a la sociedad en general, que al hacer juicio sobre la prostitución, no se dejen llevar por todo lo que tiene de sensacionalismo, y consideren la situación personal de las personas que se ven involucradas ya que todos, de una manera u otro somos responsables.
- Que se apliquen los códigos deontológicos de los medios de comunicación para que no se permita manipular, tergiversar o hacer uso lucrativo o sensacionalista o des-informar de estos temas.
Finalmente, agradecemos el gran trabajo que de manera muy satisfactoria realizan instituciones religiosas o civiles y a las personas que se dedican a ayudar, a acompañar a las prostitutas y trabajan para encontrar alternativas, y pedimos para estas instituciones la colaboración moral y económica de todos.
Barcelona, 29 de junio de 2010
Delegación de Pastoral Social
Secretariado Diocesano para los Marginados
Rivadeneyra, 6, 8 ª
08002 Barcelona