Los jóvenes de la Archidiócesis, con el Papa

Ayer día 11 de febrero recibimos todos por las redes sociales una noticia que inicialmente nos parecía una inocentada: el Papa dimite! A medida que avanzaba la mañana veíamos que no era una broma, sino que iba bien en serio. Y de la incredulidad fuimos pasando a la sorpresa. Pero fue después de leer el [...]

Ayer día 11 de febrero recibimos todos por las redes sociales una noticia que inicialmente nos parecía una inocentada: el Papa dimite! A medida que avanzaba la mañana veíamos que no era una broma, sino que iba bien en serio. Y de la incredulidad fuimos pasando a la sorpresa. Pero fue después de leer el comunicado del Papa, que vimos como esta histórica y rogada decisión en realidad estaba «poniendo de relieve la profunda espiritualidad del Santo Padre, la lucidez con que ha tomado esta determinación y su gran amor a la Iglesia», como ha dicho nuestro cardenal Lluís Martínez Sistach.

Desde la delegación de juventud sólo nos toca agradecer a Benedicto XVI todo lo que ha hecho por los jóvenes, que es mucho más de lo que pueda parecer. De una forma quizás diferente a su predecesor, Benedicto XVI ha continuado, como Juan Pablo II, su gran apuesta por la juventud.

Un Papa, alguien dijo, más para ser escuchado que para ser visto, pero que en un mundo donde la imagen es tan importante, nos ha enseñado la importancia de saber estar en segundo plano y escuchar.

Un Papa teólogo que en un mundo que busca discursos de 140 caracteres, nos ha pedido que estudiemos nuestra fe y sepamos dar razón.

Un Papa misionero, que ante un mundo que busca y no encuentra, nos ha pedido a los jóvenes que seamos con nuestra alegría y valentía los misioneros de los jóvenes del siglo XXI.

Un Papa preocupado por el mundo, que ante el sufrimiento de tantos seres humanos por la crisis y la violencia, nos ha pedido a las nuevas generaciones que volvamos a poner el bien de la persona en el centro de la economía y la política.

Un Papa, en resumen, enamorado de Cristo, que ante un mundo que afirma que todo es relativo, nos ha repetido con firmeza una y otra vez que hay una verdad que no es relativa: que Dios nos ama. Que no es lo mismo creer que eres fruto del azar, que del pensamiento de amor de Dios.

Gracias Santo Padre Benedicto XVI!

Y ahora nos toca rezar por el nuevo pastor que continuará llevando el timón de la Iglesia. ¿Quién será el Papa que presidirá la misa en Copacabana este verano, bajo la atenta mirada del Cristo de Corcobado y de millones de jóvenes? No lo sabemos. Pero el Espíritu Santo sí, así que con mucha confianza dejamos que el Espíritu Santo haga su trabajo y siga soplando, como lo ha hecho siempre.

Mn Bruno, delegado de juventud de la diócesis de Barcelona

 

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