Liturgia y familia
Entrevista a Andrea Grillo, profesor de teología sacramental en el Pontificio Ateneo de San Anselmo de Roma y participante en el IV Congreso Litúrgico de Montserrat

El profesor de teología sacramental en el Pontificio Ateneo de San Anselmo de Roma, Andrea Grillo, que participó en el IV Congreso Litúrgico de Montserrat, hizo una relectura de la Sacrosanctum Concilium y mostró aspectos aún desconocidos del texto.
Como laico, ¿cómo ve la liturgia?
Desde el punto de vista de los laicos, la liturgia ha adquirido en los últimos 50 años características nuevas a partir de un concepto de participación activa, que ha cambiado la forma de pensar del acto litúrgico. Se entiende que los sujetos del acto litúrgico son Cristo y la Iglesia, que tienen necesidad de una ministerialidad más amplia, no sólo del obispo o del sacerdote, sino de los otros ministros de la Iglesia y, sobre todo, de todos los bautizados. En este sentido, cada laico pasa a formar parte de la acción litúrgica.
En vísperas del Sínodo, ¿qué relación encuentra entre liturgia y familia?
El redescubrimiento de la liturgia ha ido paralelo con el redescubrimiento significativo del papel de la familia en la Iglesia. Este hecho en dos direcciones: la primera es que redescubrir la liturgia permite a la familia leer algunos actos elementales de vida como ritos humanos; a la vez, permite también a la Iglesia reconocer que en los grandes actos sacramentales hay una base igualmente humana.
¿Algún aspecto moderno de la liturgia?
El redescubrimiento de la liturgia como regalo: don de Dios que no sólo construye la Iglesia, sino también la cultura. En la época moderna, el renacimiento del interés por la liturgia va relacionado con la espiritualidad. Y hoy una espiritualidad en el mundo tardomoderno pasa por el redescubrimiento de los actos simbólicos rituales, no sólo en la Iglesia sino también en la cultura.
Entrevista realizada por Òscar Bardají para el Full Dominical del próximo domingo 9 de agosto.