Las reliquias del beato Samsó ya reposan bajo el Buen Pastor de Santa María de Mataró
En una eucaristía presidida por el Cardenal Sistach, los restos del mártir fueron trasladadas a la capilla de las Santas donde permanecerán para la devoción de los fieles

El viernes fue un día jubiloso para toda la comunidad parroquial de Santa María de Mataró. Y es que los restos del beato Josep Samsó, que fue rector de la iglesia desde 1923 hasta el año de inicio de la Guerra Civil, fueron trasladadas a un relicario que permanecerá bajo la imagen del Buen Pastor de la capilla de las Santas.
Bien entrada la tarde, algunos feligreses de la archidiócesis así como algunos miembros de la asociación Amigos del beato Samsó visitaron los restos del fallecido, que estaban depositados en una urna de cristal en una sala anexa dentro de la capilla de las santas. Al comenzar la eucaristía, la procesión de entrada recogió los despojos y los llevó en procesión hasta el altar, donde permanecieron con una imagen del beato.
Ejemplo de cristiano
La misa estuvo presidida por el Cardenal Sistach y concelebrada por el obispo auxiliar de Barcelona, ​​Monseñor Sebastià Taltavull, y por el rector de la parroquia, Mn. Segismon García, así como por unos veinticinco ministros venidos de toda la diócesis.
En su homilía, el Cardenal Sistach destacó la figura del beato Samsó como modelo de cristiano que dio su vida por Jesucristo ya que fue «un ejemplo de lo que significa el ministerio sacerdotal, del trato con las personas, de su actividad catequética, de su respeto a la dignidad de todas las personas… «.
Durante la eucaristía se regaló a todos los asistentes una estampa del beato, como recuerdo del acto que depositó los restos de José Samsó en el relicario de la capilla de las Santas Juliana y Semproniana bajo la autorización del Arzobispo de Barcelona.
Reliquias cerradas con llave
Al terminar la celebración eucarística, los amigos del beato Samsó devolvieron los restos a la capilla de las Santas. También los sacerdotes y algunos laicos se trasladaron a este recinto para presenciar como el arzobispo de Barcelona bendecía el relicario y lo honraba con incienso y agua bendita.
A continuación, la urna de cristal con los restos del mártir se depositó dentro del relicario, que fue cerrado con llave por el rector de la parroquia. Todos los feligreses que participaron en la eucaristía pudieron venerar las reliquias del beato, que permanecerán bajo la imagen del Buen Pastor para la devoción de los fieles.