La llama de Cristo, elemento de unión de los cristianos
Un buen grupo de jóvenes hicieron acto de presencia en la parroquia de Santa Ana en una Escuela de Oración más ecuménica que nunca

La unidad de los cristianos es posible. Este mensaje es el que sintieron ayer todos los jóvenes que hicieron acto de presencia en la parroquia de Santa Ana en una «Escola de Pregària» más ecuménica que nunca. El acto contó con la presencia del delegado diocesano de Ecumenismo y Relaciones Interreligiosas, Mons. Jaume González-Agàpito, que transmitió un mensaje de unidad y reconciliación para todos los presentes, y del delegado diocesano de Juventud, Mn. Bruno Bérchez.
Chicos y chicas de la Iglesia ortodoxa rumana, jóvenes católicos de parroquias, movimientos, músicos y gente venida de la escuela Santa María de los Apóstoles hicieron posible el título de esta oración: «que todos sean Uno».
«Al final la Iglesia de Cristo es una. Ha habido diferentes testigos, un ortodoxa, uno de una chica protestante, y el mio como católica, ya que tengo detrás de mí una historia de conversión. Compartir estas experiencias de fe sirve para ver que no estamos solos, aunque creamos de diferente manera, todos creemos lo mismo», apunta el testimonio de confesión cristiana, Sheila.
Jesús, el centro de todo
Fuera cual fuera su confesión, para los tres haber conocido a Jesús había sido el más importante en su vida. Es la conclusión que se sacaba al ver músicos católicos y protestantes cantando las mismas canciones de alabanza. Y es la conclusión que se sacaba al ver a los jóvenes encendiendo una vela de la misma llama, la llama de Cristo que nos une.
Acto seguido, en el claustro, todos los jóvenes juntos compartieron un pequeño refrigerio acompañados de la música de la Iglesia de Hillsong. Momentos de unidad y fraternidad donde las diferencias no existieron.