La FJM examinará las ideas religiosas de Joan Maragall
La Fundación Joan Maragall (FJM) celebró anoche en el Aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona el acto de inauguración del curso 2010-2011, que ha presidido el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastià Taltavull. La sesión se inició con la intervención del Dr. Antoni Matabosch, presidente de la FJM, que ha anunciado la participación de [...]
La Fundación Joan Maragall (FJM) celebró anoche en el Aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona el acto de inauguración del curso 2010-2011, que ha presidido el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastià Taltavull. La sesión se inició con la intervención del Dr. Antoni Matabosch, presidente de la FJM, que ha anunciado la participación de la Fundación en la Comisión que lidera la Institució de las Lletres Catalanes por encargo del Departamento de Cultura y Medios de Comunicación- para conmemorar el Año Maragall. Precisamente, domingo 10 de octubre se celebran 150 años del nacimiento del poeta e intelectual Joan Maragall, y el 20 de diciembre de 2011 será el centenario de su muerte.
Con su participación en los actos conmemorativos del Año Maragall, la FJM «tiene la ocasión ahora de ligar su labor en la celebración de este aniversario, de hacer ver que el diálogo fe-cultura que lleva a cabo la Fundación recoge algunas influencias del pensamiento del articulista comprometido que era Joan Maragall y también de la espiritualidad de alguna de sus poesías «, manifestó el Dr. Matabosch. Así, pues, del 12 de enero al 16 de febrero, la FJM organizará un ciclo de conferencias que lleva por título Las ideas religiosas de Joan Maragall, coordinado por Pere Lluís Font, y que se propone «aportar algunas claves esenciales para comprender las actitudes y posiciones del intelectual cristiano a lo largo de su vida y remarcar la vigencia de su pensamiento hoy «.
El presidente de la FJM anunció también que la Fundación ha recibido el encargo del Pontificio Consejo para la Cultura, del Vaticano, de organizar un evento de presentación de cultura catalana en Roma la próxima primavera. Los detalles se darán a conocer próximamente.
Finalmente, el Dr. Matabosch recordó que este curso continuará la colaboración de la FJM con el Aula Eixample del IdEC (Universidad Pompeu Fabra), del 13 de octubre al 17 de noviembre, con el ciclo de conferencias sobre El viaje como forma simbólica, coordinado por Eduard Cairol. También apuntó que con la voluntad de dar continuidad a la iniciativa de profundizar algún tema los alrededores del Adviento, las reflexiones teológicas de este curso serán a cargo de Mons. Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, y se celebrarán los días 2, 9 y 16 de diciembre, y que al inicio de 2011 se irán publicando los Cuadernos dedicados a Joan Maragall, que completarán la aportación de la Fundación Año Maragall.
A continuación, el escritor y periodista Antoni Puigverd ha pronunciado la lección inaugural del curso académico, que ha dedicado a Joan Maragall, una figura poliédrica de la que ha ofrecido su visión personal.
Antes de terminar el acto se ha anunciado públicamente la concesión de las ayudas de formación, que este año recaen en los siguientes proyectos: Forma y Espíritu. Interacciones entre pensamiento arquitectónico y teológico, a cargo de Eloi Aran, arquitecto y con estudios de teología y de filosofía, y El pensamiento político de Joan Maragall, a cargo de Anna Punsoda, licenciada en Ciencias de la Comunicación y estudiante de filosofía en la UB.
Palabras del Sr. Antoni Puigverd durante la lección inaugural del curso académico
La ambigüedad de Maragall, esta oscilación entre el rechazo de la violencia anarquista y el convencimiento de la necesidad de un cambio auténtico de civilización moral, es el legado de su obra. Y es visible en todos y cada uno de los aspectos de su vida. Vida y escritura son inseparables. La ambigüedad tiene mala prensa en la sociedad cibernética, la nuestra, que lo basa todo en la confrontación entre el cero y el uso se pirra por los planteamientos maniqueos: blanco o negro. Para leer Maragall hoy, por lo tanto, hay que ser atrevido.
Devoto del paisaje, Maragall capta el fulgor de Dios y un eco de eternidad y trascendencia, un fulgor que, por otra parte, no le parece posible que le pueda ofrecer nada más bello de lo que ya ve. Investigador de absoluto, lo capta en las vivencias sensuales, materiales y presentes. Auscultador de las profundidades universales, las escucha en las palabras de la casera lengua materna, destilación de los misterios de la tierra. Es empático sin reservas con el sufrimiento humano, pero también orgulloso aristocrático, diferente, singular: individualista.
Hay que ser atrevido para leer hoy Maragall y dejarse confrontar por su ambigüedad. Y más aún si, ambigüedad maragalliana, le encontramos un sinónimo aún más extravagante. En decimos ambigüedad pero podríamos decir espiritualidad. Ya sólo de pronunciar la palabra «espiritualidad» vemos como se irrita la piel irónica, descarnada y desencantada de la cultura actual. Una cultura que ha convertido en dogma el Carpe diem, pero que, por más sensualidades que degusta, nunca tiene suficiente, nunca se satisface y debe recurrir a los antidepresivos.
En el tiempo de Maragall, un tiempo tan duro, tan lleno de violencia, atreverse abiertamente a plantear el amor y la espiritualidad como actitud social y personal debía parecer ya muy raro. Pero mucho más extraño parecerá hoy. Habiéndose prohibido dogmáticamente la espiritualidad, la cultura actual se enfrenta a Maragall como si llegara un bárbaro. Recordemos Coromines: un bárbaro, un extraño, un extranjero. Ahora bien, todo lo extraño puede causar también sorpresa, curiosidad, maravilla o estupefacción. El extraño Maragall invita a la confrontación. ¿Nos dejaremos confrontar por sus textos? ¿Nos atreveremos a jugarnos la armadura racionalista (esta armadura que se protege de la visible oxidación presente con el barniz de la suficiencia irónica)?. ¿Nos atreveremos a jugarnos la armadura? ¿Nos atreveremos leerlo?
Palabras de Mons. Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona
El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastià Taltavull, ha centrado su intervención en el «fecundo diálogo» que promueve la FJM entre la fe cristiana y la cultura actual, «un diálogo-ha dicho-que tiene y debe tener un alcance universal porque se trata de la fe católica y de la cultura globalizada, pero que debe estar, al mismo tiempo, radicada en el aquí y el ahora de la cultura catalana: en la síntesis entre general y particular se encuentra el camino adecuado «.
«La tradición y la cultura europea está llena de una gran ambivalencia: ha sido capaz de un gran pensamiento humanista, pero al mismo tiempo ha sido origen de maldad y violencia «, ha continuado. «Europa también ha suscitado el ateísmo que, hasta el día de hoy, es totalmente desconocido en otras culturas de la Humanidad. Europa Occidental se encuentra desde hace años en un proceso de alejamiento de la fe cristiana debilitamiento de las convicciones cristianas. No hay duda de que nos encontramos en una época de crisis, de menosprecio de lo que nos ha ido modelado a través de los siglos «. «No es el momento de las lamentaciones y menos de las acusaciones- dijo Mons. Taltavull-. Las cosas son como son, pero sí que debe ser momento de pensar si no estamos perdiendo algo muy valioso, lo que nos ha ido configurando a través de los siglos hay que hoy sea aplazado, puesto al día, repensado, vuelto a valorar, a fin que seamos mucho mejor de lo que somos y hemos sido. Hay cada vez más voces que afirman que el cristianismo, hoy día, es llamado a llenar el vacío de sentido que sufre la Europa moderna y volver a Europa su alma».
El obispo Taltavull ha hecho referencia a las palabras pronunciadas el martes, durante el acto de investidura como doctor Honoris Causa del Metropolitano Hilarion, Jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado Ortodoxo de Moscú, quien recordó una cita del Patriarca Kiril I: «el secularismo militante es más peligroso de lo que lo fue el ateísmo militante». Y las palabras del propio Hilarion, que dijo que «la Iglesia católica no estará sola en la nueva evangelización de la Europa descristianizada, porque tendrá a su lado la Iglesia rusa, ya no como competidora, sino como aliada» . «La re-evangelización de Europa, pues, es también sentida por las otras confesiones cristianas», afirmó Mons. Sebastià Taltavull. «Evidentemente,-ha continuado el obispo auxiliar de Barcelona-no se trata de imponer nada, ni de proclamar de manera ingenua y sólo teórica la superioridad de un pensamiento. Se trata, más bien, de mostrar la gran aportación cristiana del pasado y lo que podemos aportar hoy al bien común de la sociedad europea y los individuos «.»La religión no es un problema – dijo Mons. Taltavull recordando una cita de Benedicto XVI – que los legisladores deben solucionar, sino una contribución vital al debate nacional «.
Por último, Mons. Taltavull ha referido al trabajo que desarrolla la FJM: «Estoy convencido de que la Fundación está trabajando y está llamada a aportar una gran contribución para hacer presente la fe en la cultura y de la cultura en el cristianismo: con sus actividades y publicaciones desde hace más de veinte años ha puesto en valor la gran tradición cristiana cultural; ha esforzado en hacer creíble los valores y la esencia de la fe cristiana; ha colaborado con todo tipo de instituciones a partir de los principios cristianos. Con todo ello está dando unos valores, un sentido, un aliento. No desfallezcáis”.
Departamento de Prensa de la Fundación Joan Maragall
Tel. 93 488 08 88 / 606 50 78 69 (Òscar Bardají) / www.fundaciojoanmaragall.org