La fe, el punto de unión de los jóvenes del Aplec de l’Esperit

La mayoría de los participantes fueron a Banyoles para sentir que no están solos y que otros jóvenes comparten sus mismas creencias

El Aplec de l’Esperit fue una experiencia que sirvió a los jóvenes asistentes para darse cuenta de que, en todo el territorio catalán, hay otros jóvenes que piensan igual que ellos, que comparten la fe y que los une Cristo. Y es que, en el día a día, no es «nada fácil encontrar gente que crea en Dios». Gracias a los testimonios, las oraciones o los cantos del encuentro, los jóvenes pudieron reavivar y fortalecer su fe, sentirse reconfortados y darse cuenta de que la fe no está muerta. «Abrir las puertas al Señor es lo mejor que se puede hacer», admitió una de las participantes de la diócesis de Barcelona.

«Te llena mucho ver este panorama» confesaba uno de los participantes. «Sirve como un impulso más, un aliciente», añadía otro joven. El Aplec de l’Esperit ha ayudado a los asistentes a hacer amigos católicos de toda Cataluña y a encontrar la gran fuente de vida que reside en una experiencia de Dios. «Es espectacular. Ver la realidad, que hay jóvenes que comparten la fe es una pasada y, sobre todo, ver cómo esto entra en ebullición y se crea una comunidad», afirmó uno de los jóvenes. La fe, si no es vivida, no es fe. El Aplec permitió a todos los jóvenes vivir su fe con intensidad y sin tapujos.

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