La entrada al cielo
Todas las iglesias contienen dos pilas de agua bendita en los laterales de cada puerta para que los fieles puedan purificarse antes de entrar en el interior del templo

Seis pilas de agua bendita para tres puertas: la de la fachada de la Catedral, la de San Juan y la de San Ivo. Esta es la localización de las seis pilas fijas góticas que están repartidas, de dos en dos, por la nave central de la Catedral. Gracias a ellas, los feligreses pueden purificarse antes de entrar en el templo haciendo la señal de la cruz. El agua que contienen se bendice cada semana en un ritual «muy sencillo» en el que se le echa sal bendita. Pero hay una séptima, en la capilla de Santa Lucía, que es románica de acuerdo con el estilo arquitectónico del templo que la contiene.
¿Qué simbolizan?
Según la tradición, fue el papa Alejandro I en el segundo siglo quien instituyó el uso del agua bendita para purificar los hogares cristianos. Santiguarse con agua bendita antes de entrar en la iglesia es un signo que hace renovar espiritualmente nuestro bautismo, el sacramento por el que se recibe la fe y la filiación divina.
El agua bendita es un «sacramental» y santiguarse con ella es la mejor manera de empezar la oración al entrar en la iglesia. Hacer la señal de la cruz mientras se reza: «Que esta agua bendita sea para mi salvación y vida» es signo de limpieza interior ya que así se purifica la mente y el corazón.
Pero también las pilas fijas que se encuentran en las entradas sirven para delimitar el espacio sagrado. El gesto que se hace cuando se entra o se sale del templo marca la diferencia geográfica entre el espacio secular y el espacio sagrado.
Procedencia
Esta práctica de santiguarse con agua bendita al entrar en una iglesia proviene de los judíos que, previo a las adoraciones a Dios, realizaban las abluciones rituales (lavados). Esto se imitó en los templos cristianos y, en los atrios, se formó una especie de lugar que marcaba la transición entre el mundo externo y el mundo eclesial, donde se celebra la liturgia. Por eso al inicio había grandes fuentes de agua que luego derivaron en lo que hoy conocemos como pilas fijas de agua bendita.