La Encarnación y la Palabra se unen en el púlpito de la Catedral
Jesús, la Virgen, Santa Eulalia, Santa Catalina, San Pedro y San Pablo son los protagonistas de las quince imágenes que componen la construcción
El púlpito es una trona de predicación de la Palabra de Dios y, por tanto, es una construcción totalmente espiritual. El de la Catedral de Barcelona está aguantado por ángeles ya que, justamente encima, un lector proclama la Buena Nueva, tal y como los ángeles anunciaron a la Virgen María que sería la Madre de Dios. Este púlpito enlaza el Verbo Escrito -la lectura de la Biblia- con el Verbo Encarnado ya que una de las escenas que se puede observar es a María con el Niño Jesús en brazos.
Otras escenas
La construcción del púlpito se encargó a Pere Sanglada y finalizó en 1403, cuando el escultor recibió cien florines. Hecho de roble y con forma prismática, se representan quince imágenes. Destacan la de Jesús junto a San Pedro y San Pablo, que queda situada justo delante del asiento del Arzobispo de Barcelona para indicar que el obispo debe ser ejemplo del mismo Jesús Salvador. En otro panel destaca la Virgen con Santa Eulalia, patrona de Barcelona, y Santa Catalina.
