La Editorial Claret publica la biografía del P. José Xifré, cofundador de la Congregación Claretiana
El claretiano Jaume Sidera ha estado unos 16 años recopilando información y escribiendo la biografía del claretiano que fue la mano derecha de San Antonio M. Claret
Altura casi gigantesca para su tiempo, musculatura vigorosa, piel morena como quemada por una llama interior, de mirada escrutadora, que no parpadeaba casi nunca, gesto cortante y rectilíneo, paso firme. Todo su físico respiraba fuerza y ​​elevación… Destacaba quantum lenta soliendo inter viburno cupressi, como el ciprés entre flexibles mimbres.
Hombre de gran corazón y de espíritu de empresa, puso incansablemente todo lo que era, sabía y podía al servicio de Dios y al desarrollo y vida de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María.
La recogió con 11 o 12 misioneros en una sola casa y la dejó con más 1.300 distribuidos en unas 60 comunidades enmarcadas en dos provincias.
Xifré fue un hombre profundamente piadoso, recto, generoso, con una piedad empapada en un ardiente amor a Jesucristo, al Corazón de María y a la Iglesia.
Con motivo del centenario de su muerte preguntaron al P. Jaume Sidera, autor de la obra que ahora publica la Editorial Claret, qué habría sido la Congregación sin él. Su respuesta fue tajante: «Simplemente no sería».
San Antonio María Claret, esencialmente creativo, necesitaba a alguien que recogiera sus intuiciones geniales y las aplicara con la paciencia y la perseverancia del día a día. Ese alguien fue el P. Xifré. Claret pudo morir con el consuelo de haber dejado en manos de un buen heredero a su Congregación de Misioneros del Corazón de María.
Claret y Xifré se emplearon a fondo en esta obra preferente. No pararon hasta verla aprobada definitivamente con sus Constituciones y dejarla internamente consolidada y establecida no sólo en España sino también en Argel, en Guinea Ecuatorial y en la Viña nueva de América.
Ahora la Editorial Claret de la mano del P. Jaume Sidera y patrocinada por el gobierno general de los Misioneros Claretianos publica la vida y obra del P. Xifré en tres volúmenes. Este material se convierte en profundamente valioso para el conjunto de los misioneros claretianos conocedores de la importancia vital que tuvo la tarea de Xifré en el arraigo de la Congregación.
El primer volumen sigue las huellas del niño Xifré hasta la primera expansión de la Congregación hacia varias diócesis españolas, en Argel y en Chile. Durante veinte años contó con el consejo precioso del arzobispo Fundador Antoni M. Claret en la transformación de la primitiva asociación de clérigos seculares en un instituto religioso floreciente. A su muerte, el P. Xifré continuó infatigablemente la consolidación y expansión de la obra de San Antonio M. Claret. Dejó dos obras importantes: el Cleri socius y el Espíritu de los Misioneros o de la Congregación. Dirigió con mano firme la naciente Congregación cuando fue dispersada por la revolución de 1868.
El segundo volumen se ocupa del P. José Xifré al frente de la Congregación sin la sombra protectora del amado Fundador. Continúa su labor de gobierno como animador de las comunidades con frecuentes visitas canónicas y con numerosas circulares, interesado en mantener en la congregación el espíritu de su fundador. Durante este periodo destacan el establecimiento del Instituto en Guinea Ecuatorial y en México, y su posición firme y decidida para mantener el equilibrio del Instituto en medio de la dolorosa división de los católicos españoles en la cuestión del integrismo. Alterna su labor de gobierno con el ejercicio del ministerio apostólico.
Este tercer volumen sigue el camino del P. José Xifré en su marcha hacia el ocaso. Tuvo que sufrir ante la incomprensión y la susceptibilidad de varias personas del mismo Instituto. Poco a poco las enfermedades que arrastraba durante su vida fueron minando su existencia. Reunió dos capítulos generales extraordinarios de gran trascendencia para el Instituto. Varias dificultades y contradicciones pusieron a prueba su temple espiritual hasta que descansó en la paz del Señor el 3 de noviembre de 1899. El volumen se cierra con la sección Documenta y la bibliografía con los índices.
El P. José M. Abella, Superior General de los Misioneros Claretianos resalta: «Es importante conservar viva la memoria de alguien que marcó tan decididamente la vida de la Congregación en sus primeros cincuenta años. Siempre se quiso contar con una biografía crítica de su vida. Como nos explica el P. Jaume Sidera, se hicieron varios intentos pero nunca se llegó a la biografía que se merece una figura como la suya. Ahora la tenemos como fruto del trabajo paciente y cuidadoso del P. Sidera.»