La dimensión pastoral de «Amoris laetitia»
En Amoris laetitia, sobre el amor en la familia, hay un objetivo eminentemente pastoral, ya que se propone guiar observando, acompañar escuchando y hablar dialogando, y jamás sin dar las cosas por acabadas

Cada día me gusta más leer y seguir lo que nos dice el papa Francisco. Es impresionante cómo desde sus escritos, discursos y gestos podemos ver su calidad de pastor que guía a su pueblo, vive entre él y le sigue porque valora que el rebaño intuye el camino que debe tomar. En esta acción «pastoral» reúne a muchos de los que se habían apartado de él y habían tomado otros caminos. Y me impresiona también, en el trato pastoral diario tanto con los sacerdotes como con los laicos, jóvenes y mayores, la reacción que se va produciendo en muchos de ellos de experimentar una Iglesia que se renueva y goza de respirar al ritmo del nuevo aire que nos llega y que podemos compartir y contagiar.
Este hecho, que lo veo universal, es el que se está produciendo en la lectura y comentarios de la última exhortación apostólica Amoris laetitia sobre el amor en la familia. En ella hay un objetivo eminentemente pastoral, ya que se propone guiar observando, acompañar escuchando y hablar dialogando, y jamás sin dar las cosas por acabadas. Una exhortación que, para entenderla correctamente, debe situarse en el contexto de la Misericordia, ya que —como dice él mismo— «quiere alentar a todos para que sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla con paz y gozo» (AL 5).
Por eso no da recetas concretas ni soluciones fáciles a los problemas, sino que hace una llamada a la responsabilidad personal y familiar, como también a la de todos los pastores y agentes pastorales para que traten con delicadeza cualquier situación humana que ha de recibir la iluminación cristiana desde el Evangelio. Y, fijándonos en su dimensión pastoral y la acogida sin diferencias, velar mucho el acompañamiento, trabajar a fondo el discernimiento y ayudar a la integración. Todo esto, cargado de aquella comprensión de las personas en la situación en la que están para aplicar siempre «la lógica de la misericordia pastoral».
Sebastià Taltavull Anglada
Obispo auxiliar de Barcelona