La Cuaresma, un nuevo comienzo
El mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de este año anima a "no contentarse con una vida mediocre"

El papa Francisco pidió a los cristianos que hay que «intensificar la vida del espíritu a través del ayuno, la oración y la limosna», teniendo en cuenta que «en la base de todo está la Palabra de Dios».
Bajo el lema «La Palabra es un don. El otro es un don «, el obispo de Roma se centra en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (Lc 16, 19-31) para recordar que este es un tiempo especial para “escuchar y meditar con más frecuencia la Biblia».
Cada vida es un don
«Lázaro nos enseña que el otro es un don», con esta frase, el obispo de Roma explica que «hay que abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don». El santo Padre exhorta a estar atentos a las necesidades de las personas que están alrededor, a no dejarse cegar por el pecado, que hace que no se pueda ver la necesidad de aquel que tenemos en la puerta de casa. Como sigue diciendo, «el fruto de la afección al dinero -riquezas-, es una especie de ceguera: el rico no ve al pobre hambriento, lleno de llagas y postrado en su humillación».
La Biblia es una fuerza viva
Ante la cita de la parábola, «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto» (Lc 16, 31), el Papa advierte que «la raíz de sus males se encuentra en no prestar oído a la Palabra de Dios», ya que, «cerrar el corazón al don de Dios, que habla, tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano».
Al terminar el mensaje cuaresmal de este año pide «redescubrir el don de la Palabra de Dios, ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados».