La Comunidad de Sant’Egidio celebra los veinte años en la Mina

[Sant’Egidio] La Comunidad de Sant’Egidio celebra los veinte años de presencia en el barrio de La Mina. Veinte años de trabajo por la paz y la convivencia en el barrio mediante un fuerte vínculo de amistad y solidaridad. Diferentes iniciativas y proyectos de la Comunidad de Sant’Egidio en el mundo han involucrado también el barrio [...]

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La Comunidad de Sant’Egidio celebra los veinte años de presencia en el barrio de La Mina. Veinte años de trabajo por la paz y la convivencia en el barrio mediante un fuerte vínculo de amistad y solidaridad. Diferentes iniciativas y proyectos de la Comunidad de Sant’Egidio en el mundo han involucrado también el barrio de La Mina.

Para recordar este itinerario y renovar este compromiso, el próximo domingo se hará una jornada festiva con testimonios de una historia de amistad y convivencia, discursos, vídeo, inauguración de una muestra fotográfica titulada «Sant’Egidio y la Mina: 20 años de solidaridad». El acto se celebrará el domingo a las 8 de la tarde en la Biblioteca Font de la Mina.

La Comunidad de Sant’Egidio está presente en Barcelona desde 1987 y en 1992 decide ir al barrio de La Mina, cuando la ciudad se preparaba para las olimpiadas. La ciudad se transformaba, el barrio de La Mina estaba justo al lado de la ciudad olímpica, pero no llegaría ninguna atención. No era fácil llegar, las calles principales la esquivaban, y en el desorden de espacios vacíos, calles sin asfaltar, antiguas fábricas, la vía del tren … el barrio quedaba escondido. El absentismo escolar afectaba a los niños, la suciedad se apoderaba de la calle y muchos bloques de pisos, el problema de la droga y la aparición violenta del SIDA golpeaba las franjas jóvenes del barrio … Se instalaba en La Mina un clima de resignación que sutilmente decía que «no se podía hacer nada para cambiar el barrio».

En este ambiente Sant’Egidio decide dar sus primeros pasos en La Mina construyendo un espacio de amistad y refuerzo escolar con los niños y adolescentes del barrio nace la llamada «Escuela de la Paz». En la «ingenuidad» y la simplicidad de la propuesta se empieza a crear un espacio de cultura y solidaridad que llegará a los adultos, a las familias y los amigos. En pocos años se fue cultivando un nuevo arte de la convivencia entre payos y gitanos que llevó a diferentes iniciativas de solidaridad en diferentes países como Mozambique y la Ex-Yugoslavia. El pasado mes de enero, tras la muerte de un joven senegalés en el barrio del Besós se organizó una marcha por la paz y la convivencia.

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