La Catedral vive un nuevo Rito de Elección de los catecúmenos
Esta celebración diocesana tuvo su momento más emotivo cuando los catecúmenos dijeron uno a uno su nombre y firmaron en el Libro de los Elegidos

La Iglesia celebra, el primer Domingo de Cuaresma, el Rito de Elección de los catecúmenos, también llamado de la Inscripción del Nombre. En la Catedral de Barcelona, el pasado domingo 9 de marzo, tuvo lugar esta celebración, presidida por el delegado diocesano Felipe-Juli, en la eucaristía de las 7 de la tarde.
Esta celebración diocesana, organizada por el Servicio Diocesano para el catecumenado, tuvo su momento más emotivo cuando los catecúmenos, una vez interrogados ellos y sus padrinos sobre su proceso de inserción en la Fe, dijeron uno a uno su nombre y fueron a firmar en el Libro de los Elegidos.
En este momento el delegado diocesano Mn. Felip-Juli les dijo: «Queridos catecúmenos, hoy vosotros iniciais el camino del catecumenado, espero que recorrais este camino con alegría, con el apoyo de toda la iglesia, que os mira con mucha confianza. María, la discípula perfecta, os acompaña. Pedimos al Señor que este rito nos ayude a crecer a todos, en la estimación de Jesucristo y su Iglesia».
El delegado diocesano realizó una llamada al compromiso y a la divulgación de la fe de los catecúmenos. «Ahora os toca a vosotros queridos catecúmenos. Vuestros padrinos, catequistas y toda la comunidad, han dado un buen testimonio de vosotros. La iglesia ha confiado vuestros votos, y os llama en nombre de Cristo a los Sacramentos Pascuales. Ahora os toca a vosotros, que hace tiempo que habéis escuchado la voz de Cristo, dar una respuesta a la iglesia. Dadle gracias a Dios, y agradeced en este proceso final de preparación para el bautismo, confirmación y eucaristía, el don de la Fe. Tened siempre presente que en el camino de la fe no estais solos: así como en el camino de la preparación catequética habéis tenido de vuestro lado a la Iglesia, con los sacerdotes, catequistas y sus parroquias, una vez bautizados. La Iglesia, que es vuestra madre, estará siempre de vuestro lado y hay que participar de su vida con la oración, los sacramentos y la vida en sus parroquias, movimientos y comunidades».
Con este rito la Iglesia, cerciorada de la profundización en la fe que han hecho los que piden de adultos ser bautizados, manifiesta a través del delegado diocesano, como padre amoroso, que sean engendrados de nuevo como hijos de la Iglesia por medio de los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía) que recibirán en las próximas fiestas pascuales. Más de una cincuentena de adultos, después de un proceso catequético de dos años, son bautizados cada año en el Arzobispado. A la ceremonia asistieron otros ministros vinculados al catecumenado. Damos gracias a Dios por este don para la Iglesia!