La caricia de Dios en Bellvitge-Gornal
La Fundación La Vinya, que comprende la acción social de las parroquias de San Juan Evangelista, Santa María del Gornal y Mare de Déu de Bellvitge, celebró el tradicional encuentro de la entidad con sus voluntarios

Hace ocho años, los curas de Bellvitge-Gornal libraron una lucha intensa para deshacer las barreras personales y geográficas de un barrio que tiene una realidad sociológica común de manera que todas las parroquias de la zona pudieran ir a la par: con un proceso de compartir recursos y medios de todo nivel -litúrgico, catequético, de acogida- para ser más efectivos en el ámbito social. Así nació la Fundación La Vinya, que creó un paraguas común que actualmente acoge todas las necesidades que la realidad social de Bellvitge-Gornal conlleva, e intenta dar respuesta a cualquier demanda social.
Desde hace cuatro años, la Fundación celebra cada mes de febrero un encuentro con los casi 200 voluntarios que conforman la entidad, en que se celebra la eucaristía dominical y una cena de hermandad. Este sábado, la parroquia de San Juan Evangelista acogió la misa de encuentro de voluntarios, que como tradicionalmente presidió Mons. Sebastià Taltavull, y la iglesia Mare de Déu de Bellvitge la posterior comida con los voluntarios.
Solidaridad hacia los más necesitados
Llena hasta los topes y con una fuerte presencia de jóvenes, la parroquia de San Juan Evangelista escuchó muy atentamente la homilía del obispo Taltavull, que apeló a los asistentes: «¿qué debe experimentar cada uno y cada una de los que atendéis desde los diferentes ámbitos de las parroquias y de la misma Fundación La Vinya, cuando se encuentran con los voluntarios que los acogen?». Y continuó relacionando la fe con las acciones solidarias de cada voluntario: «Lo que nos corresponde a los creyentes es vivir la motivación profunda que proviene de nuestra fe y la convicción de que nuestro trabajo es construcción del Reino de Dios, en nuestro corazón, en nuestra tierra, en nuestros barrios, en nuestras casas».
Al finalizar la eucaristía, los voluntarios saludaron y conversaron con Mons. Taltavull y, todos juntos, se trasladaron a la parroquia de Mare de Déu de Bellvitge para cenar en hermandad.
¿Qué es la Fundación La Vinya?
La entidad comprende la acción social de las tres parroquias de los barrios de Bellvitge-Gornal: San Juan Evangelista, Santa María del Gornal y Mare de Déu de Bellvitge. Su misión es acoger, atender y acompañar a las personas más desfavorables del barrio en su camino hacia una vida libre y digna, realizando acciones solidarias con espíritu de servicio voluntario y con el objetivo de transformar la realidad social del barrio, participando así de la esperanza de un mundo más justo.
Los proyectos que realizan se dividen en tres ámbitos: niños y jóvenes, como el Centro Abierto, las actividades de refuerzo educativo, los centros de verano o las colonias; la promoción de personas adultas, con talleres de alfabetización, acompañamiento de personas mayores o talleres de informática; y la ayuda fraterna o banco de alimentos, acoger a personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas mediante la entrega de alimentos. Pero también cuentan con servicios de atención psicológica y de asesoramiento jurídico, así como con un proyecto de colaboración con Nicaragua.