La belleza de la Sagrada Familia traspasa fronteras
Los pastores de las grandes ciudades del mundo, guiados por el Cardenal Sistach, quedaron boquiabiertos ante el misticismo del templo

Decía Gaudí que «los habitantes de los países que baña el Mediterráneo sentimos la belleza con más intensidad». No ha sido así con los arzobispos venidos de todo el mundo que han participado en el Congreso de Pastoral de las Grandes Ciudades. Todos ellos han quedado maravillados y perplejos con la belleza que irradia la Sagrada Familia, sobre todo visitada en su máximo esplendor: iluminada con la luz de media tarde, con una combinación armónica de colores fríos y cálidos representada en las columnas de la nave central. Exactamente, esta fue la estampa que pudieron disfrutar los pastores del Congreso en su visita al templo gaudiniano, justo antes de partir hacia Roma.
Inmortalizar el momento
Como unos turistas más, y cámara fotográfica en mano, los arzobispos fueron recorriendo la basílica y descubriendo los entresijos de la edificación. A pesar de disponer de una guía, el grupo de cardenales fue acompañado por Jordi Faulí, el arquitecto jefe de la Sagrada Familia. Sin embargo, el verdadero guía de la visita fue el Cardenal Sistach, que dejó boquiabiertos al grupo de pastores de grandes ciudades con su conocimiento sobre Gaudí y el templo.
«Es fantástico. Realmente es una catequesis, una experiencia de fe. Nunca hubiera pensado que se podría hacer algo tan maravillosa. Barcelona debería estar orgullosa y el mundo católico también», expresó el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay.