Jornadas de reflexión sobre la Violencia Familiar y Conyugal
Tres entidades cristianas que trabajan en el ámbito de la acogida a las personas y de la salud mental: la Fundación Vidal y Barraquer, la delegación de Pastoral Familiar del Arzobispado de Barcelona y Cáritas promueven las Jornadas de Reflexión sobre la Violencia en casa que se han realizados en Barcelona los pasados, 17 y [...]
Tres entidades cristianas que trabajan en el ámbito de la acogida a las personas y de la salud mental: la Fundación Vidal y Barraquer, la delegación de Pastoral Familiar del Arzobispado de Barcelona y Cáritas promueven las Jornadas de Reflexión sobre la Violencia en casa que se han realizados en Barcelona los pasados, 17 y 24 de febrero y 3 de marzo en el Centro de Estudios Pastorales
Las tensiones y conflictos derivados de la convivencia y de la defensa de los legítimos intereses personales no siempre se canalizan a través del diálogo. La violencia física o moral, las humillaciones, el desprecio, las presiones psicológicas pueden aparecer e instalarse en la dinámica de las relaciones de pareja y familiares, a menudo con consecuencias muy graves o irreparables para quienes mayoritariamente las sufren: la mujer y los niños. Pero son sólo los casos más dramáticos los que la sociedad llega a conocer. Los otros suelen quedar ocultos en el contexto familiar o como mucho son conocidos, o intuidos, por el entorno más inmediato.
El contacto con la sociedad europea donde la mujer tiene un nivel más alto de libertad hace que en determinadas situaciones mujeres procedentes de otros países reivindiquen y hagan valer sus derechos. Esto puede ser causa de nuevos conflictos familiares, en otro contexto, impensables. Pero ningún sector social o cultural no está excluido de esta violencia silenciosa, y silenciada.
[Delegación de Pastoral Familiar]
Los medios de comunicación informan constantemente sobre la violencia de Género, -en círculos más especializados prefieren hablar de violencia familiar-. Por este motivo pareció que desde instancias eclesiales se tenía que hacer alguna acción de denuncia, de defensa, principalmente del colectivo femenino, el más perjudicado e indefenso.
La Delegación Diocesana de Pastoral Familiar convocó a la Fundación Vidal y Barraquer, que tiene un servicio de ayuda psicológica para mujeres maltratadas, y a Cáritas Diocesana, que a través de los servicios sociales, atiende, orienta y ofrece recursos a las mujeres maltratadas, a organizar unas jornadas para profundizar en las causas, saber de los recursos sociales al servicio de las mujeres maltratadas y de la posibilidad de una acción pastoral.
La Dra. Montserrat Davins, psicóloga y responsable de la unidad UNADOM (unidad de ayuda psicológica de mujeres maltratadas) habló de la psicología y del proceso de pérdida de autoestima de la mujer que, si no denuncia, cae fácilmente en una sujeción a la persona maltratadora, o en un proceso autodestructivo. Por otra parte el maltratador suele tener un perfil de inseguridad personal, tener dificultad de comunicación, de inmadurez, fue incapaz de establecer vínculos profundos con los demás y también manipulador de la realidad.
Las mujeres silencian las situaciones de violencia física o psíquica por inseguridad, miedo a ser abandonadas, falta de recursos económicos, falta de conciencia de sus derechos, tener sentimientos de culpa y de respeto humano, así como tener miedo a perder los hijos con las consecuentes represalias.
La ayuda y los recursos sociales para las personas que sufren violencia fue expuesta por María Moreu y Josep Bastús, responsables de los programas de Infancia y Familia de Cáritas Diocesana de Barcelona, ​​ ofrece un servicio no sólo de diagnóstico sino de lugares de acogida y de protección, tanto para las mujeres como para sus hijos, para acompañarlas en el proceso hacia una plena reinserción social.
Finalmente el Dr. Gaspar Mora, profesor de Moral de la Facultad de Teología de Barcelona, ​​ habló sobre la posibilidad de una pastoral a favor de las personas maltratadas y de los maltratadores.
Profundizó en el sentido exacto de la ley del talión «Ojo por ojo, diente por diente» como paso de una mentalidad vengativa a una más justa, que excluye la venganza, y que tiene el complemento sorprendente del mandato del Señor que pide incluso amar a los enemigos.
La palabra de Jesús es profética, pero hay que concretar de manera sapiencial. Hay que saber concretar y descubrir el espíritu del mensaje en las concretas situaciones complejas de la vida, hacia la construcción de una sociedad que ha de hacer justicia.
Por eso hay que alejar el castigador, maltratador, lo que hace el mal. A la vez hay que promocionar los valores de fraternidad, amor, justicia, verdad, paz. Hay que trabajar para que en el mundo haya una actitud de servicio a los demás.
La Iglesia, a la vez, presenta el matrimonio como lugar de amor. Intenta promover el auténtico amor conyugal, aquel que se pone al servicio de la otra, al bien de la otra, que encuentra en el perdón y comprensión una oposición a la violencia.
¿Qué hacer con las víctimas de la violencia? Acompañarlas, ayudarlas, apoyarlas, animarlas a que aprendan a amar con dignidad. Emplear todos los medios jurídicos al alcance para que puedan reencontrar la seguridad y dignidad que necesitan. Es necesario que se encuentren acompañadas, que no se sientan solas en este camino de reconstrucción personal.
Mn. Manuel Claret
Delegado Diocesano de Pastoral Familiar