Indicaciones pastorales para el año de la Fe
La Congregación para la doctrina de la fe, por encargo del papa Benedicto XVI y elaborada de acuerdo con algunos dicasterios de la Santa Sede y con la contribución del Comité para la preparación del Año de la fe, ha publicado una Nota con indicaciones pastorales para aplicar durante este Año, que comenzará el 11 [...]

La Congregación para la doctrina de la fe, por encargo del papa Benedicto XVI y elaborada de acuerdo con algunos dicasterios de la Santa Sede y con la contribución del Comité para la preparación del Año de la fe, ha publicado una Nota con indicaciones pastorales para aplicar durante este Año, que comenzará el 11 de octubre de 2012, quincuagésimo aniversario de la apertura del concilios Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey. El Año de la fe también coincide con el vigésimo aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica.
En esta Nota, publicada el pasado día 7 de enero, se detallan un total de diez propuestas precisas para cada uno de estos cuatro niveles: Iglesia universal, Conferencias episcopales, diócesis y, finalmente, las parroquias, comunidades, asociaciones y movimientos.
A través de estas indicaciones se invita a todos los miembros de la Iglesia Universal a promover «iniciativas ecuménicas para invocar a Dios y favorecer la restauración de la unidad entre todos los cristianos» como a «acoger con más atención las homilías, catequesis , discursos y otras intervenciones del Santo Padre ». El principal evento a comienzos del Año de la fe será el Sínodo de los obispos dedicado al tema de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Otro acto destacado a nivel de la Iglesia universal será la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, en julio de 2013, «una ocasión privilegiada para experimentar el gozo que proviene de la fe en el Señor Jesús», es especifica en la Nota.
A nivel de Conferencias Episcopales, se estimula la calidad de la formación catequética eclesial y la revisión de los «catecismos locales y los subsidios catequéticos en uso en las Iglesias particulares, para asegurar la conformidad plena con el Catecismo de la Iglesia católica.» También se invita a las Conferencias episcopales a «dedicar una jornada de estudio al tema de la fe», en la reedición de los documentos del Concilio Vaticano II, del Catecismo de la Iglesia Católica y de su Compendio empleando la más amplia difusión de estos textos con el uso de medios electrónicos y tecnologías modernas ».
En el ámbito diocesano, el Año de la fe debe considerarse como una ocasión de «diálogo renovado y creativo entre fe y razón, a través de simposios, congresos, jornadas de estudio, especialmente en las universidades católicas.» Se invita a los obispos a «organizar celebraciones penitenciales, particularmente durante la Cuaresma para pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe.» «El Año de la fe será una ocasión para prestar más atención a las escuelas catequéticas, lugares privilegiados para ofrecer los alumnos un testimonio vivo del Señor a través de buenos instrumentos catequéticos como el Compendio de la Iglesia católica o el Youcat ».
Finalmente, en el contexto parroquial y de las comunidades, asociaciones y movimientos, la propuesta central es «la celebración de la fe en la liturgia, y de manera especial en la Eucaristía». A partir de aquí tendrán que nacer, crecer y difundirse todas las propuestas que se apuntan para cada ámbito en concreto. En preparación para este Año, «todos los fieles están invitados a leer y meditar la carta apostólica Puerta fidei del Santo Padre Benedicto XVI.»
Con la promulgación de este Año el Santo Padre quiere poner en el centro de la atención eclesial lo que, desde el inicio de su pontificado, más le interesa: el encuentro con Jesucristo y la belleza de la fe en él. En la introducción de esta Nota se reafirma que «El Año de la fe quiere contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y el redescubrimiento de la fe, de manera que todos los miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y convincentes del Señor resucitado, capaces de señalar la ´Puerta de la fe´ a tantos que están en la búsqueda de la verdad ».