«Hoy hay que responder a la necesidad»
El Papa Francisco manda instalar tres duchas para los sin techo que duermen en la Plaza de San Pedro

El 17 de noviembre comienzan las obras para construir tres duchas en el interior de los baños por peregrinos que se encuentran bajo la imponente columna de San Pedro. La noticia la ha publicado recientemente La Stampa, en la que se informa que el Papa tomó esta decisión después de que su Limosnero oficial, Konrad Krajewski, le informara de que los sin techo de la plaza no disponían de un lugar donde limpiarse.
Las parroquias se suman a la iniciativa
Las duchas estarán a disposición de los vagabundos que se encuentran alrededor de la Basílica para que puedan limpiarse cuando lo necesiten, así como, cambiarse de ropa interior, según explica el medio. Además, una decena de parroquias romanas se han sumado a la iniciativa y han comenzado a construir duchas para los sin techo de su barrio.
La historia del limosnero del Papa
Konrad Krajewski, más conocido como Don Corrado, fue nombrado en agosto de 2013 por el Papa, como obispo y oficial Limosnero. Francisco le concibió el cargo de ser su «mensajero», para que llevara pequeñas ayudas económicas a los ciudadanos que se encontraran en más dificultades.
El polaco le explicó al Santo Padre la anécdota de Franco, un sin techo de origen sardo, que, «avergonzado», rechazó ser invitado a cenar por el Obispo porque «olía mal». Según el rotativo de La Stampa, el Obispo explica que llevó a Franco a cenar a un restaurante chino. Mientras cenaban, el vagabundo le explicó que en Roma siempre es fácil encontrar algo para comer, pero, en cambio, es muy difícil poderse limpiar. Aunque en el comedores de Cáritas, de la Comunidad de Sant’Egidio, hay duchas y hay otros centros donde es posible lavarse, siempre está lleno de personas, por lo que el tiempo disponible es muy poco.
De este modo, el prelado polaco que suele actuar de inmediato, ha comenzado un proyecto financiado por el Papa para dotar de duchas y baños a algunas parroquias romanas. Según La Stampa, el obispo defiende que las parroquias no deben convertirse en grandes centros de acogida, sino que se trata de un servicio capilar dirigido a los sin techo de cada barrio, en una ciudad donde los baños públicos a menudo están cerrados.