¿Hemos tocado fondo?
¿Qué hay tras la pregunta que el papa Francisco echa al vuelo cuando se le hace entrega del premio Carlomagno?

Ha contemplado Europa y el resto del mundo desde Lampedusa y Lesbos, atendiendo y respondiendo a situaciones que claman al cielo. En este sentido, la Iglesia supera las fronteras —es católica—, no construye muros ni alambradas, y quiere observar el mundo con mirada misericordiosa. Por eso, Francisco es capaz de preguntarnos: «¿Qué te ha sucedido, Europa humanista, defensora de los derechos humanos, de la democracia y de la libertad?»
Como flecha que acierta, esta interpelación ha tocado puertas y está tocando corazones. Más aún: «¿Qué te ha pasado, Europa, tierra de poetas, filósofos, artistas, músicos, escritores?» Dice que Europa, después de muchas divisiones, se encontró finalmente a sí misma y comenzó a construir su casa. Sin embargo, todos estamos preocupados por esta construcción, cuando sufrimos rebajas en la fuente que ha inspirado la cultura, los valores humanos y las artes.
Y donde llega a fondo, tocando la conciencia adormecida de muchos, es en la tercera pregunta: «¿Qué te ha ocurrido, Europa, madre de pueblos y naciones, madre de grandes hombres y mujeres que fueron capaces de defender y dar la vida por la dignidad de sus hermanos?» Quizá sí que hemos tocado fondo y necesitamos urgentemente remontarnos. Poder acoger a tanta gente que sufre y que llama a las puertas de Europa reclamando dignidad, ¿no es quizá el clamor que le ha llegado a Dios y ahora lo hace rebotar entre nosotros para que reaccionemos y actuemos inmediatamente?
El papa Francisco ha apostado por una Europa capaz de dar a luz un nuevo humanismo basado en tres capacidades: integrar, comunicar y generar. Integración cultural, comunicación que es diálogo, capacidad de generar trabajo estable, digno y con distribución justa de los bienes. No ha vacilado al decir que «la Iglesia puede y debe ayudar al renacer de una Europa cansada, pero todavía rica de energías y de potencialidades… Solo una Iglesia rica en testigos podrá llevar de nuevo el agua pura del Evangelio a las raíces de Europa».
Sebastià Taltavull Anglada
Obispo auxiliar de Barcelona