Hace diez años…
El 15 de junio de 2004, el Vaticano decidió convertir el Arzobispado de Barcelona en Arzobispado Metropolitano, constituyendo dos nuevas diócesis sufragáneas, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat, creándose así la Provincia Eclesiástica de Barcelona

«Erigimos la provincia eclesiástica de Barcelona y elevamos la sede episcopal de Barcelona a Iglesia Metropolitana». Esto proclamaba la bula del Papa Juan Pablo II, hecha efectiva el 15 de junio de 2004, fecha en que se constituyeron dos nuevas diócesis sufragáneas de Barcelona: Sant Feliu de Llobregat y Terrassa. El Arzobispo de Tarragona, Mons. Sistach, quedaba «trasladado a la sede metropolitana de Barcelona» y era nombrado por Juan Pablo II como primer arzobispo metropolitano de Barcelona. Por otra parte, Mons. Agustí Cortés pasaba a ser obispo de Sant Feliu de Llobregat y Mons. José Ángel Sáiz, de Terrassa.
Este fin de semana, tanto la diócesis de Terrassa como la de Sant Feliu de Llobregat han celebrado el décimo aniversario de su creación.