«Ghadi»
Amin Dora se estrena dejando en evidencia el punto débil de los que se dejan llevar por las apariencias
Amin Dora estrena dejando en evidencia el punto débil de los que se dejan llevar por las apariencias
¿Qué pasaría si tu hijo nace con una deficiencia y la sociedad no lo acepta? ¿De qué manera los padres pueden conseguir su aceptación? Esta situación es la que explica el director libanés Amin Dora en su ópera prima «Ghadi», que perfila desde la sátira la oposición de los habitantes del Líbano hacia un niño con Síndrome de Down.
Ingenio para la aceptación
Se trata de una película llena de ternura, donde precisamente los más débiles son los que se hacen más fuertes. La trama gira alrededor del Leba un profesor de música casado que vive en un pequeño barrio del Líbano. Después de tener dos hijas, nace su tercer hijo el cual presenta capacidades diferentes, y que no acabará de encajar entre los vecinos, los que el criticarán y en hablar mal.
Padre y madre ingenian un plan para que éste sea aceptado y, aprovechando las creencias de todos los habitantes del barrio hacen correr que su hijo realmente es un ángel, un enviado del cielo con la misión de solucionar los problemas de la gente.
Finalmente, más que aceptado, será idolatrado, para todos aquellos inocentes, que pecando de inmadurez en un principio se querían alejarse de él y ahora dejando en evidencia y centrados en sus intereses perderán la vista por el pequeño.
Crítica social
Amin Dora trata un tema complicado que con humor y un tono de fina ironía logra posicionarse en la parte más crítica de la sociedad, que a menudo se deja llevar por las apariencias y su propio beneficio.