Ensamble Moxos trae la música de la Amazonia boliviana a Barcelona

El grupo formado por jóvenes indígenas actuará en la escuela Jesuitas Sarrià-San Ignacio instrumentalizando obras del barroco jesuítico

Veinte jóvenes indígenas bolivianos de origen humilde son los que mantienen y potencian la tradición musical de la Amazonia boliviana, evitando la pérdida de este fenómeno cultural, y convirtiéndose en uno de los principales exponentes artísticos de la Bolivia indígena. Combinando voces, instrumentos de cuerda, de viento y de percusión, Ensamble Moxos -así se llama el grupo musical que han formado- acompaña la actuación con la interpretación de danzas populares. Su repertorio está formado por obras del llamado barroco jesuítico, que es la música que caracterizó las reducciones jesuíticas del siglo XVII, así como por piezas de música indígena tradicional.

La orquesta llega a Cataluña en el marco de una gira europea. En Barcelona ofrecerán un concierto abierto al público en la escuela Jesuitas Sarriá el 4 de diciembre, y el día antes actuarán para los alumnos de la escuela Jesuitas Gracia – Col• legi Kostka.

Las Reducciones jesuíticas: la raíz de una utopía

Las reducciones jesuitas son un conjunto de asentamientos de pueblos indígenas creados en el siglo XVII por misioneros jesuitas en las regiones fronterizas de los territorios bajo control español y portugués, en un espacio que abarcaba partes de la actual Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia , Perú, Colombia y Venezuela. Constituyen uno de los aspectos más sorprendentes de la evangelización del continente americano. Las reducciones fueron una experiencia innovadora de organización social, de desarrollo económico y cultural, y de salvaguarda de la libertad y la dignidad de las personas ante los abusos del sistema colonial.

La recuperación de los tesoros musicales de la Amazonia

La orquesta que actuará en Barcelona está integrada por jóvenes de origen muy humilde, que gracias a la música, con entusiasmo y ilusión, han podido actuar en algunos de los auditorios más importantes del mundo, como la sede de la UNESCO en París, donde fueron el año 2013 en la celebración del reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la fiesta patronal de San Ignacio de Moxos. La combinación de instrumentos de cuerda y flautas dulces, y la ejecución de obras del barroco jesuítico, les ha merecido la atención de musicólogos bolivianos y de todo el mundo.

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