Elección de los catecúmenos que serán bautizados durante la Pascua

La Iglesia celebra, en de oriente a occidente, el primer domingo de cuaresma el Rito de Elección de los Catecúmenos o de inscripción del Nombre, como paso previo, y ya inminente, para que los catecúmenos adultos, que han vivido un proceso de reflexión y profundización en la fe, puedan recibir durante las próximos fiestas de [...]

La Iglesia celebra, en de oriente a occidente, el primer domingo de cuaresma el Rito de Elección de los Catecúmenos o de inscripción del Nombre, como paso previo, y ya inminente, para que los catecúmenos adultos, que han vivido un proceso de reflexión y profundización en la fe, puedan recibir durante las próximos fiestas de Pascua los sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, eucaristía y confirmación.

En la Archidiócesis de Barcelona se bautizan anualmente cerca de un centenar de catecúmenos adultos. Este año, unos veinte y cinco de ellos participaron en el Rito de Elección, acompañados de sus catequistas, familiar, y sacerdotes de sus parroquias.

A las seis y cuarto de la tarde el Sr. Cardenal Arzobispo, Dr. Lluís Martínez Sistach, les dirigió una catequesis en la sala de la Merced de la SI Catedral, en la que los invitó a sentirse «hijos de Dios» y a vivir intensamente este «tiempo final de preparación para el bautismo: dejad que Dios os ame como hijos «, les dijo.

Durante la celebración de la eucaristía a las siete, en su homilía el Sr. Cardenal Arzobispo, indicó «el gozo de nuestra iglesia diocesana para acoger en su seno este adultos que han pedido la fe». «La Cuaresma – continuó diciendo el Sr. Cardenal – es para vosotros, queridos catecúmenos, un tiempo privilegiado de encuentro con Cristo, que os ha hablado al oído, y vosotros habéis respondido positivamente a su llamada, y por ello habéis pedido recibir el bautismo. La oración, el desierto y el silencio son el lugar privilegiado donde encontrar la voz de Dios,  no les tengáis miedo, sino todo lo contrario,  llevad a vuestro corazón a una vida de oración «. «La Iglesia – dijo el Arzobispo – os acoge como madre amorosa, tal como ha vivido vuestra gestación como hijo de la fe en este largo proceso que habéis vivido, y os espera para que viváis con plenitud la vida cristiana. Así como Jesús venció las tentaciones en el desierto, así también, la fuerza de Cristo que recibiréis en el bautismo, os ayudará en el camino de la vida cristiana «.

Terminada la homilía se inició, dentro de la eucaristía, el Rito de la Elección. Mn.Felip-Juli Rodriguez i Piñel, Delegado diocesano para el Catecumenado, presentó los catecúmenos al Sr. Cardenal para que como obispo y pastor los eligiera, en nombre de la Iglesia, para incorporarse a la fe por el bautismo, con estas palabras: «Al volver el ciclo de las solemnidades de pascua, los catecúmenos aquí presentes, confiando en la gracia divina y ayudados por las oraciones y ejemplos de la comunidad, piden humildemente poder ser admitidos, tras la debida preparación y la celebración de los escrutinios, a la participación de los sacramentos del bautismo, de la confirmación y de la Eucaristía «.

Seguidamente los catecúmenos fueron llamados uno a uno por su nombre y acompañados de su padrinos subieron al presbiterio donde el Sr. Cardenal, siguiendo el ritual, preguntó a los padrinos y garantes si quienes desean recibir el bautismo habían escuchado la palabra de Dios, habían empezado a caminar en la presencia del Señor, siguiendo la palabra recibida y se había unido ya a la comunidades de los fieles y a sus oraciones. Finalmente, el Arzobispo, preguntó directamente a los futuros neófitos:»¿Quiere ser iniciados en los sacramento de Cristo, el bautismo, la confirmación y la Eucaristía». La emotiva y tímida, pero firme y contundente, respuesta «Si, lo queremos», resonó en la nave de la Catedral.

A continuación los catecúmenos firmaron en el Libro de los Elegidos, donde ya eran inscritos sus nombres y datos personales, manifestando, pública y claramente, su petición de ser admitidos al bautismo, la eucaristía y la confirmación.

Entonces el Sr. Cardenal dirigiéndose a los padrinos les dijo: «Tened por encomendados en el Señor los catecúmenos los que ha respondido, y acompañadlos siempre con su ejemplo y su ayuda fraterna hacia los sacramentos de la vida divina».

La profesión de fe fue seguida de las plegarias de los fieles donde se encomendaron a Dios, de manera especiale, los catecúmenos, sus padrinos y catequistas, y sus familias y comunidades parroquiales. Terminada la oración de los fieles todos ellos bajaron del presbiterio para ocupar sus puestos en la nave y continuó la celebración de la eucaristía.

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